Julia regresa a Bellevue con su marido para visitar a su hermana, casi ciega por una enfermedad degenerativa de la que intentó operarse sin éxito. Al llegar descubren que se ha suicidado. Julia no sólo debe afrontar la pérdida de su hermana, sino también la pérdida de toda esperanza para detener su inminente ceguera, pues ella sufre la misma enfermedad y parece compartir su mismo destino.