El canto de amor al cine de Michel Hazanavicius

En la penúltima jornada del festival, diversas propuestas nos han llegado de las diferentes secciones: la sección oficial nos traía Americano, de Michel Demy, el drama personal de un hijo abandonado por su madre en los bajos fondos de México y Las razones del corazón, la revisitacion sui generis made in Ripstein de Madame Bovary. En las secciones paralelas hemos tenido el desahogo intelectual de Los tres mosqueteros en 3D de Paul W.S. Anderson, el ultimo trabajo en cine de Jordi Dauder en El Monje de Dominik Moll y, sobretodo, la película acontecimiento del año, The Artist, de Michel Hazanavicius, por la que su protagonista, Jean Dujardin gano el premio al mejor actor en el pasado Festival de Cannes.

La mañana comenzaba con la opera prima de Michel Demy. Americano pretende hacer comulgar con ruedas de molino a un espectador que, tras mas de una semana de festival, ya esta mas que resabiado y las caza al vuelo. Mas allá de lo absurdo de la historia, que no interesa lo mas mínimo, ademas de resultar repetitiva y cansina, el plantel de actores no colabora a la empatía de la historia con un escaparate de personajes irrisorios que producen hartazgo y pesadez a partes iguales.

La propuesta de Ripstein no va mas allá en el campo de la empatía con el espectador. Las razones del corazón es una película difícil en su forma: dos horas y media rodadas en blanco y negro con no mas de tres localizaciones diferentes convierte su película en una extensa propuesta con aires a Madame Bovary que recuerda mucho al clásico Estudio 1 de Televisión Española. El ritmo pausadísimo y la antigüedad formal de la propuesta, hacen de esta película un programa claro para festival pero que de cara a su estreno comercial se vera muy limitado.

Los tres mosqueteros 3D no tiene mas recorrido que el de repasar su ficha en el programa del festival: proyección en el Velódromo, actores de Hollywood y Paul W.S. Anderson tras las cámaras, un cocktail que nos trae aventuras, acción y espectacularidad a partes iguales en una magnánima, excesiva y hortera propuesta que toma la clásica novela de Dumas como referente pero que se apresura a escribir su propia versión. Divertidisima como pocas películas se han visto en esta edición del Zinemaldia, pero también con un calado intelectual digno del encefalograma mas plano posible.

El Monje es la ultima película del franco alemán Dominik Moll, una adaptación cinematográfica coproducida entre Francia y España con reparto de nacionalidad compartida del que es considerado el primer relato romántico-gótico: ‘El Monje’, de Matthew G. Lewis. La propuesta, con una plasticidad y ambientación tremendamente verosímiles y conseguidas, transcurre su historia previsiblemente y sin sorpresas en una película que, llegado el final, nos parece ya vista, y suena a conocida. Destaca, sobretodo, la incesante música de Alberto Iglesias, que capta a la perfección la ambientación del siglo XVIII.

La ultima película del día ha sido la celebérrima The Artist. Tras su paso por Cannes con unas criticas mas que positivas y su premio al mejor actor para Jean DuJardin, llega a Donostia para enamorar al publico como ya lo ha hecho allí donde se ha proyectado. La cinta, un fidedigno homenaje formal y argumental al cine mudo clásico de Hollywood, se presenta totalmente muda, en formato 4:3 y con acompañamiento musical. La historia de este actor de cine mudo que tiene que enfrentarse a la llegada del cine sonoro es una pequeña joya cinematográfica que nadie debe perderse. También se pasara en Sitges.