El debut de Leticia Dolera tras la cámara sube enteros la sección oficial de Málaga

Y la sorpresa llegó. Hemos tenido que esperar a esta mañana de martes para ver la primera firme candidata a varias categorías del palmarés. Requisitos para ser una persona normal, el debut tras la cámara de la actriz Leticia Dolera supone, hasta ahora, la película más solvente, redonda e inteligente de las que se han visto en esta sección oficial. La historia de la crisis treintañera de María de las Montañas y su odisea personal por encontrar su hueco generacional supone un prometedor debut repleto de buenas ideas y decisiones acertadas para armar una comedia romántica (género pocas veces ejecutado con acierto en nuestra cinematografía) tierna, cercana, actual y, sobretodo, divertidísima.

Requisitos para ser una persona normal destaca por ser una firme propuesta autoral con muchos aspectos que definen el estilo de Dolera tras la cámara, con elecciones artísticas, formales y narrativas propias de alguien que conoce al dedillo ya no solo el tema que está tratando para poder hacerlo con humor, moldeándolo al gusto, sino también el lenguaje cinematográfico para saber acertar con cada recurso el pasaje de la historia que plasma en pantalla y las emociones que quiere transmitir.

El reparto, en estado de gracia, con la propia Dolera al frente, representa un somero mosaico del treintañerismo actual, con trabajo precario, sentimentalmente confusos, comunicativamente torpes y eternamente adolescentes que no renuncia a su esencia para encontrar su lugar en el mundo imponiéndose a las normas preestablecidas marcadas por sus progenitores. Marcadamente pop y deliberadamente repipi, Requisitos para ser una persona normal tiene los mimbres de un hito generacional hipster que sabe reírse de sí misma, integrar a sus diferentes coetáneos y hacer pasar un muy buen rato reflexionando sobre la juventud tardía actual a la vez que sobre el amor improbable.

Leticia Dolera se estrena en el largometraje dejando claro que ha llegado para quedarse, que tiene mucho que decir y que sabe perfectamente cómo hacerlo. Hasta ahora, Requisitos para ser una persona normal es la primera firme candidata a muchas de las categorías del palmarés (y a la carrera de premios nacional, antes de la llegada de las grandes apuestas del año a partir de Septiembre) , y esperemos que el jurado (y el propio Festival) no se vea amedrentado por el género de la película y sea capaz de reconocer el talento y el buen hacer más allá de los prejuicios a los que se somete a la comedia cuando se trata de la competición.

La otra película de la mañana ha sido El país del miedo, la adaptación de la novela de Isaac Rosa firmada por Francisco Espada y protagonizada por José Luis García Pérez que, aún teniendo una temática lo suficientemente relevante como para albergar un discurso potente de cara a una película, acaba por resultar un deslavazado e irrisorio retrato superficial del miedo humano encarnado en un conflicto escolar que salpica a la vida familiar lastrado por complicadas decisiones de casting en sus personajes principales.