¿Qué podemos esperar de los Premios Goya 2016?

Mañana sábado se celebran los Premios Goya que cumplen nada menos que 30 años. Una noche que estará protagonizada en lo cinéfilo por el duelo entre Truman y La novia; por el reto de hacer una gala más corta y divertida en los artístico; y algunos cambios en la sede y los equipos que trabajan en la gala.

El duelo entre ‘Truman’ y ‘La novia’

La competición de estos Goya está marcada por la rivalidad entre dos títulos: La novia, la película más nominada de esta edición; y Truman, que suma menos candidaturas al no ser fuerte en apartados técnicos y de ambientación pero que puede ser la cinta con un apoyo más universal entre los votantes. Los Feroz apostaron por la primera y las Medallas del CEC por la segunda (los Forqué los dejamos al margen porque  La novia se quedó fuera por fechas de estreno), así que las espadas están en alto. Nuestra quiniela: en una población relativamente envejecida como es la de los miembros de la Academia, Truman tiene todas las de ganar.

El cine de mujeres

Nadie puede acusar a los Goya de machistas porque en su historial figura el triunfo de Icíar Bollaín con Te doy mis ojos, de Isabel Coixet con La vida secreta de las palabras, o el honorífico a Josefina Molina. Este año dos de los cuatro directores nominados son mujeres (de nuevo, Coixet y Paula Ortiz). ¿Podrá alguna de ellas arrebatarle el cabezón a Cesc Gay, hasta ahora ignorado por la Academia? Es uno de los duelos más interesantes de la noche.

Inma o Natalia

Tampoco está definido qué va a pasar con el Goya a la mejor actriz. La cuestión está en si por fin veremos a Inma Cuesta con el premio después de haberlo perdido en su momento con La voz dormida o si, por el contrario, será Natalia de Molina quien se lleve su segunda estatuilla tras la que recibió como actriz novel por Vivir es fácil con los ojos cerrados. La existencia de este Goya previo es el principal (si no único) lastre con el que compite De Molina, que por otro lado sujeta sobre sus hombros o, incluso, sobre su cara una película tan parca de recursos como Techo y comida. Sin ella no habría película y eso es una impecable credencial para un gran premio. El trabajo de Inma Cuesta, en cambio, luce menos pero puede que sea aún más complejo. Lo suyo no es interpretar a la heroína trágica de Lorca sino convertirse en ella. De su boca salen los versos del poeta como si brotaran de su propia alma. Por más que la espectacularidad y efectismo que le rodea pueda cegarnos, el brillo de la actriz es intenso.

Las estrellas internacionales

Además de Penélope Cruz, nominada por Ma ma, en los Goya se dejará ver otra ganadora del Oscar a la mejor actriz de reparto, Juliette Binoche, que compite con Nadie quiere la noche, y Tim Robbins, que esta nominado por Un día perfecto. También acudirá Ricardo Darin, que tras haberse ausentado del resto de premios españoles del año, esta vez sí cogerá el avión desde Argentina. No será la primera vez que los premios de la Academia española reciban visitas del estrellato global: Viggo Mortensen o Benicio del Toro ya han visitado los Goya e, incluso -en el caso del portorriqueño-, ganado un cabezón.

Los actores que debutan como directores

En el apartado de mejor dirección novel compiten dos actores: Daniel Guzmán con su largamente ansiada A cambio de nada, y Leticia Dolera, con la muy personal Requisitos para ser una persona normal. Ambos son dos actores queridos y admirados que se lo van a poner muy difícil a Dani de la Torre con El desconocido.

El regreso de Dani Rovira

Como viene siendo costumbre en los últimos tiempos, el presentador de los Goya tiene dos oportunidades. Esta es la segunda de Dani Rovira después de salir relativamente ileso de la larguísima y aburrida ceremonia del año pasado. Suyos fueron los mejores momentos de esa ceremonia y con esa confianza encara la de este año. La única diferencia está en el propio Rovira: ya no es la estrella en ascenso de hace un año. Ahora ya lleva tres taquillazos estrenados y el público le conoce mejor. Lo cual no es necesariamente nuevo como demuestra la polémica entrevista de hace unos meses en El hormiguero donde él y su pareja, Clara Lago, no se revelaron especialmente amables con sus fans.

La duración de la gala

Y en general, el entretenimiento del show. Es una tarea tremendamente compleja sacar adelante una gala de estas características en la que hay que hacer divertido un rosario de premios que corresponden a categorías, tareas y profesionales desconocidos para el gran público. Hacer un programa de televisión con estos mimbres es muy difícil y, tras el fracaso del año pasado cuando la gala duró una hora más de lo previsto, todos los ojos van a estar puestos en el buen ritmo de la ceremonia.

Los presentadores, de tres en tres

Los Goya cumplen 30 años en un momento en el que la Academia está desarrollando una política encaminada a posicionar la gala de los Goya como la gran entrega de premios de año frente a nuevas iniciativas como los Feroz o la cada vez más ambiciosa entrega de los Forqué. Y para demostrarlo no sólo reúnen a todas las estrellas del cine español sino que las lucen en el escenario de tres en tres para entregar cada galardón. Una fórmula inédita en premios equivalentes. Falta por saber si tendrán gag o simplemente anunciarán los nombres nominados y el ganador.

El número musical

Otras constante de la gala, que sabemos que este año se va a repetir. Antes de Navidad corrió por Internet la convocatoria para un casting de bailarines, por lo que intuimos que no sólo será un número musical con actores conocidos, sino que estarán acompañados de un amplio elenco que le dará más espectacularidad. Hasta ahora siempre ha salido rana, unas veces más y otras menos, pero nunca a la altura de lo que se puede ver en los Oscar o no digamos los Tony de Broadway. Pero a fuerza de insistir puede que alguna vez se dé en el clavo. Ojalá sea esta.

La nueva alfombra roja

Un detalle que el público no podrá apreciar es en realidad una pequeña revolución en el mundo del cine. La organización de la alfombra roja ha cambiado de manos. Por primera vez en 15 años no es Zenit Comunicación quien se encargue del photocall y el trabajo de la prensa que cubre la gala sino DyP, una agencia igualmente veterana que gestiona multitud de estrenos a lo largo del año y el Festival de Málaga.

El hotel remodelado

El Hotel Auditorium donde se encuentra el Auditorio Príncipe Felipe que acoge los Goya desde hace ya cuatro años no es bonito. Tampoco su localización. Es una mole de ladrillo decorado en mármol beige y con muebles castellanos ubicada en la vía de servicio de la autopista Madrid-Barcelona, cerca del aeropuerto.  Sin embargo, la Academia y TVE se afanan año tras año en hacer que el lugar esté a la altura de las circunstancias. Este año tiene un aliado más: el hotel ha sido adquirido por la cadena Marriott, que ha invertido en la redecoración del establecimiento.