El gran director de fotografía, ganador del Oscar por Narciso Negro (1948), murió ayer tras una breve enfermedad. Su visión del color en el celuloide deslumbró a todas las ramas cinematográficas convirtiéndole en uno de los técnicos más envidiados. Muchos le recordamos también por filmes como Guerra y Paz (1956), Las zapatillas rojas (1959) o La Reina de África (1951). También tuvo una discreta carrera como director y en 2001 recibió el Oscar honorario de la Academia a los 86 años.
Cardiff introdujo la plasticidad estética de los grandes artistas de la pintura al cine. De hecho, cita a Rembrandt, Vermeer, Van Gogh o Caravaggio como algunas de sus influencias para Narciso Negro. Trabajó con los mejores. Hitcock quedó impresionado con su talento y le llamó para Atormentada (1949). A partir de los años cincuenta, intentó despuntar también como director consiguiendo incluso una candidatura al Oscar a la mejor dirección con Hijos y amantes (1960). Sin embargo, su faceta como técnico de fotografía era muy poderosa y siguió trabajando para la luz.
Amigo de estrellas como Marlene Dietrich, Errol Flynn, William Holden, Kirk Douglas, Sophia Loren o Marylin Monroe, ésta última le dedicó un sentido piropo: «Querido Jack, si tan sólo pudiera ser como me has creado».
Estas son algunas de las tomas de la excelente fotografía de Narciso Negro, su único Oscar en competición.