Natasha Richardson en 'La condesa rusa'

Muere Natasha Richardson, la heredera

Natasha Richardson en 'La condesa rusa'

Natasha Richardson ha fallecido a los 45 años a consecuencia de las graves lesiones que sufrió el martes en un accidente mientras esquiaba en Quebec, Canadá. Tras sufrir el percance, la actriz había sido trasladada en un vuelo privado a un hospital de Nueva York, donde se ha reunido su familia y allegados. Richardson, hija de la gran Vanessa Redgrave y del director Tony Richardson, estaba casada con el también actor Liam Neeson con quien tiene dos hijos.

Natasha Jane Richardson nació el 11 de julio de 1963 en Londres en el seno de una dinastía de grandes actores. Sus abuelos eran nada menos que Michael Redgrave y Rachel Kempson. Es también la sobrina de la fantástica Lynn Redgrave (Dioses y monstruos). Como actriz debutó en el cine a la edad de cuatro años bajo la dirección de su padre en La última carga (1968). Su gran pasión como actriz fue el teatro y desde muy joven se vinculó a este medio trabajando para la West Yorkshire Playhouse en Leeds. Tiene en su haber un Tony por su fantástica recreación de Sally Bowles en Cabaret.

Su primer trabajo en la pequeña pantalla fue con Every Picture Tells a Story (1984) al que le siguió la producción de la CBS Ellis Island. Desde ese momento, combinó teatro, televisión y cine. La pudimos ver haciendo de Violet Hurner en Las aventuras de Sherlock Holmes, en el revival de The Seagull, o la adaptación de la película de Cole Porter, Alta sociedad. Uno de sus mejores papeles le vino de la mano del director Ken Russell en Gothic (1987), en la que interpretaba a Mary Shelley.

A finales de los ochenta y principios de los noventa encadenó varios trabajos en cine destacables. El cuento de la doncella (1990) la dio la oportunidad de trabajar con Faye Dunaway y Robert Duvall. Pero fue Paul Schrader quien se encandiló de ella y la concedió dos grandes papeles en el biopic de Patty Hearst (1998), en la que interpretaba a una joven, hija de un magnate que tras meses de cautiverio empieza a simpatizar con sus secuestradores, el Ejército Simbiótico de Liberación, y con su causa. Dos años más tarde, volvería a contar con ella en El placer de los extraños, con guión de Harold Pinter, una oscura cinta que versa sobre la ruptura de los lazos afectivos de una pareja en Venecia.

Sin embargo, fue la cinta de Michael Apted, Nell (1994) la que le reportó cierto prestigio y en la que trabajaría con su actual esposo, Liam Neeson.  Desde entonces, ha trabajado muy interrumpidamente en cine y con papeles secundarios. En 2005 decidió romper esta tendencia y enfrentarse a dos papeles protagonistas, probablemente de los mejores de su carrera. En Obsesión interpretaba a Stella, una adúltera incapaz de escapar de un tórrido romance con un pintor acusado de asesinar a su mujer.

Pero es La condesa rusa el filme por el que es más conocida. Su precisa y emotiva encarnación de Sofía, una condesa exhiliada que se enamora de un diplomático ciego (Ralph Fiennes) en la Shanghai de los años treinta pudo haberle valido una candidatura al Oscar. En ella además interpretaba junto a su madre y su tía, las dos Redgrave. Con su madre volvería en El atardecer (2007) en la que hacía de hija perfecta que acompaña a su madre en sus últimos días.

En definitiva, es una gran pérdida para el cine y un considerable vacío para el teatro. Con una sólida e inadvertida carrera siempre se caracterizó por saber dotar a sus personajes de una medida elegancia interpretativa. Era una de las actrices más eficientes y para el que escribe, una de sus favoritas. Una verdadera lástima.

{youtube}uLwAvJzmrQ0{/youtube}Natasha Richardson en una escena de El atardecer.