Las nominaciones a los Globos de Oro arrojan muy poca luz sobre la
carrera al no desginar una película claramente destacada del resto: El curioso caso de Benjamin Button, La duda y El desafío (Frost contra Nixon) tienen cinco candidaturas. A cuatro están empatadas The Reader, Revolutionary Road, Slumdog Millionaire y Vicky, Cristina, Barcelona.
Dos de las menciones de esta última corresponden a los actores
españoles Javier Bardem (actor protagonista de comedia) y Penélope Cruz
(actriz de reparto).
Aunque en los últimos tiempos la brecha entre los Globos de Oro y los Oscar ha ido en aumento, estas candidaturas pueden resultar muy últiles a cintas como Revolutionary Road que hasta ahora no había logrado hacerse un hueco entre los premios precedentes. La cinta de Sam Mendes, con cuatro candidaturas (mejor drama y mejor director incluidas) puede ahora defender con mayor coherencia sus opciones a los Oscar. En menor medida, también puede resultar últil a cintas menores como Last Chance Harvey, que tienen puestas ciertas esperanzas en los premios de interpretación (aquí compiten tanto Dustin Hoffman como Emma Thompson).
Poco o nada aportan los Globos, en cambio, a la mayor parte de los contendientes: El curioso caso de Benjamin Button, La duda y El desafío (Frost contra Nixon),The Reader y Slumdog Millionaire ya han ido apareciendo en otros galardones y aquí ninguna de ellas juega un papel más destacado que las demás. Quizá, en un intento más o menos forzado de hallar una brújula, puede ayudar la candidatura a mejor director, tradicionalmente una de las más similiares a los Oscar: ahí están Danny Boyle, Stephen Daldry, David Fincher, Ron Howard y el ya mencionado
Sam Mendes.
Harina de otro costal es la clamorosa ausencia de Mi nombre es Harvey Milk, gran triunfadora aye en los premios de los críticos de Nueva York. Tan sólo han nominado a Sean Penn como mejor protagonista y han olvidado a Josh Brolin y James Franco como actores de reparto, dos presencias hasta ahora inevitables en la carrera. Tal vez repsonda al carácter reivindicativo de la propuesta pues la cinta es, en última instancia, un alegato por la igualdad de los homosexuales en todos los niveles de la vida.
Tampoco ha tenido mucha suerte El caballero oscuro, que sólo ha conseguido la esperada candidatura póstuma de Heath Ledger. No le hubiera sentado mal alguna entrada más a una cinta que está luchando denodadamente por entrar entre las cinco de los Oscar.