La Junta Directiva de la Academia española ha decidido conceder el Goya de Honor de este año a Mario Camus, «uno de los grandes de nuestra cinematografía y un maestro en la adaptación de obras literarias», según afirman en el comunicado oficial. Director de Los santos inocentes o La colmena, recibirá el premio el 13 de febrero, en la ceremonia de entrega de los Goya, en el Teatro Real de Madrid.
El director recibió la noticia por boca del presidente de la Academia, Álex de la Iglesia, y de Reyes Abades, miembro de la junta directiva en la categoría de efectos especiales. «Reyes Abades es como mi hijo», afirma Camus. «Me he alegrado del premio, me vendrá bien. Como me lo entregarán en febrero –día 13-, tengo tiempo para preparar un discurso sobre el cine español y las amenazas que tenemos. Yo soy de hablar en comités pequeños, pero lo de subir a un escenario…».
«Estoy lleno de reconocimientos de los que trabajan conmigo. Me siento muy querido y noto que me echan de menos cuando no trabajo, pero lo de las multitudes me espanta porque lo que más me gusta es pasar desapercibido. Tengo una familia cinematográfica muy fiel y sé que a ellos les alegrará el galardón», asegura el veterano rezliador, que lleva tres años sin dirigir una película. La última fue El prado de las estrellas.
Miembro de una generación en la que figuran Carlos Saura, Basilio Martín Patino, Miguel Picazo, Francisco Regueiro y José Luis Borau, este cántabro de 75 años lleva cinco décadas contando historias. «Puedo caminar, hablar reír y hacer una película si me lo proponen. A los de nuestra edad no nos proponen películas, somos nosotros los que las tenemos que presentar en nuestra Comunidad Autónoma o a las televisiones. Los jóvenes quieren ver películas de los jóvenes, nosotros tuvimos nuestro público, que nos sigue, pero ahora desde la butaca de su casa viendo un DVD».
El realizador de Los santos inocentes, La ciudad de los prodigios y El color de las nubes; coguionista de Roma; y autor del libreto de Los golfos, tampoco tiene propuestas para escribir guiones. «Pero no me quejo. No estoy en el mercado, estoy un poco fuera del circuito porque no vivo ni en Madrid ni en Barcelona», expone Camus, que tiene en el cajón Historias de la bahía.
«Estoy contento con lo que he hecho, unas películas me han salido bien y otras menos bien», dice. «Mi intención siempre ha sido trabajar bien».