Las candidaturas a los Oscar dadas a conocer ayer han dibujado una competición mucho más abierta de lo esperado. No sólo por ese empate en la cumbre entre No es país para viejos y Pozos de ambición, sino también por la coincidencia en la práctica totalidad de las categorías de, al menos, dos contrincantes con muchas opciones al premio. Además, los votantes de la Academia han demostrado que, contra lo que muchas veces se dice, los premios que les preceden no son más que una orientación y que en los Oscar pueden entrar candidatos con los que hasta ese momento nadie había contado.
No es país para viejos y Pozos de ambición van librar sus principales batallas en montaje, fotografía, guión adaptado, dirección y película. Aunque a fecha de hoy la película de los Coen parte con una cierta ventaja moral –después de haber ganado la mayor parte de los premios importantes del año-, la de PT Anderson gana adeptos cada semana que pasa en cartel. La pugna entre ambas no ha hecho más que empezar y habrá que estar muy atentos a cómo evoluciona.
Finalmente Expiación entró entre las candidatas a mejor película, por más que los agoreros pronosticaban su exclusión. Sin embargo, el hecho de que Joe Wright no esté en el quinteto de finalistas a mejor dirección elimina prácticamente toda posibilidad de que logre el gran premio. La plaza de Wright la ocupa Julian Schanbel cuya película, La escafandra y la mariposa, como era de esperar, no está entre las seleccionadas a mejor cinta del año.
Las que completan la parrilla son Michael Clayton y Juno que han empujado fuera a Hacia rutas salvajes, la película de Sean Penn cuya escasez de menciones devuelve el viejo leitmotiv de que es un personaje muy poco querido por la industria de Hollywood. Todo lo contrario, seguramente, que Tommy Lee Jones: de la nada ha surgido su merecidísima candidatura a mejor actor por En el valle de Elah.
Por categorías la contienda es prometedora. En el caso de las actrices, parece ser cosa de tres: la veterana Julie Christie contra la jovencísima Ella Page (cumple 21 el mes que viene) contra la muy francesa Marion Cotillard. Vaya usted a saber por dónde se sale de esta. Pero tampoco está mcuho más claro en la categoría de reparto: la ya oscarizada (por otro personaje real) Cate Blanchett contra la multipremiada de este año, Amy Ryan. Un duelo del que puede salir beneficiada la siempre impecable Tilda Swinton.
Los chicos quizá lo tengan más fácil: Daniel Day-Lewis es el favorito, pero la repesca de Johnny Depp puede ponerle en aprietos, sobre todo teniendo en cuenta que él ya tiene uno y que a Depp le tienen ganas desde la primera entrega de Piratas del Caribe. Entre los secundarios, la estatuilla ya tiene escrito “Javier” pero antes de que termine de poner “Bardem” la veteranía del octogenario Hal Holbrook puede dejarle con las ganas: de todos es sabido el apego de los Oscar de reparto a los actores canosos.
Tony Gilroy no estará contando para el premio al mejor director, pero le toca pegarse con Diablo Cody por el de guión original. Por número de nominaciones Michael Clayton lleva las de ganar, pero la tradición inclina la balanza hacia las cintas como Juno. El adaptado, como ya hemos dicho, se lo rifan No es país para viejos y Pozos de ambición.
De las candidaturas a la mejor partitura –que todos los años nos descubren alguna joya: esta vez 3:10 to Yuma– se diría que Expiación lo tiene en el bote: por calidad, por presencia en la película y por premio de consolación, que no sería ni mucho menos la primera vez que la Academia usara esta estatuilla para evitar que uno de los grandes títulos se vaya a casa de vacío. La triple nominación de Alan Menken por las canciones de Encantada le pone difícil la victoria porque ninguna de las tres puede considerarse tema principal. Ante esa circunstacia, la de Once puede imponerse.
En fotografía Roger Deakins no ha fallado y compite doblemente. Es de esperar que también gane y, ya que no puede ser doblemente, tendrá que hacerlo por El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford o No es país para viejos, según la noche nos depare o no una aplastante victoria global de los Coen.
De ahí para abajo, las incertidumbres se multiplican. En dirección artística y diseño de vestuario Expiación, Pozos de ambición y Sweeney Todd se van a liar a tortas y no está nada claro qué pieza va a llevarse cada uno. El maquillaje más bien parece cosa de los Piratas del Caribe pero la caracterización de la Cotillard como Edit Piaf no debe ser descartada con ligereza.
Montaje se lo pelean las dos grandes, pero sonido y montaje de sonido se configuran, de entrada como las categorías más abiertas de toda la competición. El corazón de los aficionados estará, no obstante con Transformers, no porque les haya gustado la película sino para que de una vez por todas Kevin O’Connell y Greg P. Russell pongan un Oscar en su casa después de 19 y 11 nominaciones respectivamente sin haberse llevado nunca el gato al agua.
Este rápido análisis debería terminar con un estudio de la situación en el apartado de mejor película de lengua extranjera pero estamos demasiado atónitos para ello: después de haber dejado fuera a 4 meses, 3 semanas y 2 días y Persépolis ahora tampoco han entrado La sconosciuta, The Year My Parents Went on Vacations ni Days of Darkness. Lo lógico sería que el Oscar estuviera entre Katyn, de Andrzej Wajda y 12, de Nikita Mikhalkov, pero dados los precedentes imaginamos que ninguna de las dos rozará el premio.