'El Hombre de Acero
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Curiosidades del nuevo Superman y de los que pudieron serlo

Un mes como este hace 75 años salió a la venta el Action Comics #1 con una portada que cambiaría la historia del cómic, pero también del cine. Un tipo ataviado con un traje ajustado y una capa levantaba a pulso un coche mientras varios testigos huían de la escena despavoridos. Nacía Superman, el primer superhéroe. La historia de este alienígena enviado a la Tierra desde Krypton para salvar su vida está plagada de heroicidades, problemas judiciales, imitadores y una legión de fans fieles a la S gigante en el pecho.

El personaje creado por Jerry Siegel y Joe Shuster es el superhéroe del traje rojo y azul, los calzoncillos por fuera, la capa roja, la S en el pecho y que para esconder su identidad se parapetaba detrás de unas enormes gafas. Al menos así era hasta ahora, porque el trío formado por Zack Snyder, David S. Goyer y Christopher Nolan ha decidido reinventar al héroe para El Hombre de Acero y aplicarle un buen lavado de imagen. Algo que, por otra parte, le venía haciendo falta desde antes de que Bryan Singer y Brandon Routh se estrellasen con Superman Returns (2006).

Los responsables del relanzamiento se lo han tomado tan en serio que le han modernizado el traje eliminando los antiestéticos calzoncillos superpuestos. Le han dado un significado a la S que tiene que ver con la ‘esperanza’. Y, salvo que salga nuevo material promocional que lo desmienta o cuando El Hombre de Acero llegue a los cines (21 de junio), parece que también han acabado con el caracolillo en la frente y las gafas. Además, en esta Clark Kent trabaja de pescador mientras se busca a sí mismo.

Pero el interpretado por Henry Cavill no es el único personaje de la historia de Superman que ha visto cómo le metían mano y se cargaban sin pudor algunas de sus señas de identidad. El director del Daily Planet y jefe de Kent, Perry White, ha cambiado de color al darle vida Laurence Fishburne. De sexo cambiará Jimmy Olsen, que ahora podría ser Jenny y estar interpretado por Rebecca Buller. Aunque esto último aún está sin confirmar. Como las gafas de Clark.

La lista de curiosidades sobre El Hombre de Acero acaban aquí, al menos por ahora, pero sus 35 años de historia cinematográfica (el de Richard Donner es de 1978) dan algo más de sí. Algunas de las más jugosas tienen que ver con los Superman que pudieron llegar a ser pero que no lo fueron. Como el guión de Mario Puzo para la primera película que nunca se filmó. O que en su día sonasen nombres como Robert Redford, Clint Eastwood, Steve McQueen o hasta Sylvester Stallone para dar vida al habitante de Krypton. Por descarte, se acabaron quedando con el entonces desconocido Christopher Reeve.

Lo de los guiones sobre la mesa descartados y casi tan famosos como los que se rodaron es algo que se repite al menos dos veces más con el superhéroe de DC. El más cacareado es el que implicaba a Kevin Smith, Tim Burton y Nicolas Cage. A finales de enero, la página DCU llegó a publicar dos fotos con el sobrino de Coppola caracterizado. Por esas fechas arrancó la campaña de crowfunding del documental The Death of Superman Lives. What Happened?, de Jon Schnepp. Su intención es contar todo lo que ha dado de sí entre 1996 y 2006 la historia de Superman Lives que nunca llegó a rodarse.

El otro guión descartado hace unos años (antes de rodarse Superman Returns) fue el de J.J. Abrams cuando aún no era el creador de Perdidos. Quizá en su cabeza sí, pero no en la realidad. Bajo el título Flyby, Abrams se centraba en humanizar y dar algo más de realismo a la historia del superhéroe. No hay que olvidar que es un alienígena. Hace poco el director de Star Trek aseguraba que su intención era centrarse en cómo habría sido la relación de ese niño con los Kent y cómo esta le habría marcado en la edad adulta. Para él Kal-El tenía tal poder que podría haberles matado.

A Abrams le interesaba “la idea de esos padres que ven –si tienen la suerte de sobrevivir lo suficiente- que tienen que enseñarle inmediatamente sus límites al niño, que no sea tan rápido, tan fuerte, tan poderoso” para poder salvaguardarle del resto del mundo. Y, claro, todo eso conlleva una carga psicológica importante que Clark Kent arrastrará toda su vida y con la que tendrá que luchar. ¿Aprovechas sus poderes para ayudar a los humanos? ¿O seguir pasando desapercibido para protegerse a sí mismo? Curiosamente, y como señalaba el propio Abrams, la historia de El Hombre de Acero parecer ir por esos derroteros.