Goyatlón 2014: Mejor dirección novel

El Goya al mejor director novel de este año parece ya otorgado: Fernando Franco, bendecido por el Premio Especial del Jurado del Festival de San Sebastián a La herida, es el casi seguro ganador de un galardón al que extrañamente no aspiran otros trabajos muy distinguidos este año como el de Dani Castro por Ilusión o Jorge Narajnjo por Casting. Sí compite en cambio el arriesgadísimo trabajo de Rodrigo Sorogoyen por Stockholm y, con menos opciones de premios, Neus Ballús por La plaga y Jorge Dorado por Mindscape. 

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Fernando Franco por La herida

Junto a su candidatura a mejor guión original, que comparte con Enric Rufas, Fernando Franco consigue este año su tercera nominación a los Premios Goya tras haber competido en la pasada edición por su trabajo en el montaje de Blancanieves (Pablo Berger, 2012). Su ópera prima, La herida, le ha valido 6 nominaciones a los Premios Goya incluyendo el de Mejor película. Marian Álvarez interpreta a Ana, una mujer de 28 años que se siente útil y satisfecha en su trabajo rutinario ayudando a otros pero que, fuera de su jornada laboral, tiene serios problemas para relacionarse, pues padece trastorno límite de la personalidad. Además de contar una historia que no es nada habitual, Fernando Franco adopta un nivel formal poco habitual y rueda toda la película a base de planos secuencia, una decisión arriesgada que permite un mejor trabajo con los actores al trabajar con ellos en tiempo real sin necesidad de repetir la secuencia. La herida ha sorprendido a  gran parte del público y de la crítica de este país, pero lo que no sorprendería a nadie es que Fernando Franco, finalmente, se alzase con el Goya. Roberto Bra

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Neus Ballús por La plaga

Una anciana que ha de renunciar a su casa y sus tierras para irse a vivir a una residencia; la mujer filipina que la cuida; un inmigrante ruso que trabaja el campo y entrena en un equipo de lucha libre; el agricultor al que ayuda, que renuncia a pasar el verano con su familia por cuidar una cosecha afectada de una plaga de mosca blanca; y una prostituta entrada en años que hace la carrera en un camino rural que vertebra la vida del resto de personajes. Estas son las historias que dan vida al docudrama La plaga, ópera prima de Neús Ballús, una vida resignada para la que sólo hay tregua con la llegada de una tormenta, la visita de los hijos, una conversación alegre con una compañera de piso o el gol en un partido de fútbol televisado; todas ellas sirven para reflejar un modo de vida que se repite en todo el mundo, la de los que se adaptan a las cosas tal como vienen, sin tiempo para pensar o reaccionar, y que intentan mantener la dignidad ante todo. El estilo minimalista, árido y minucioso de Ballús, con planos de indudable belleza que contrastan con lo desolador de lo que transmiten, pero sin momentos para el drama plañidero, es sin duda una aportación original y conforma una voz única que sin duda merece representación en esta categoría de dirección novel. María Pérez

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Jorge Dorado por Mindscape

La de mejor dirección novel es la única nominación que ha recibido la ópera prima de Jorge Dorado, protagonizada por Mark Strong y Taissa Farmiga. Farmiga interpreta a una brillante joven que en huelga de hambre debido a un trauma que un detective (Strong) debe descifrar para poder ayudarla. Dorado se pone por primera vez a los mandos de un largometraje con este intenso thriller, pero no es la primera experiencia de Jorge Dorado en los Premios Goya, puesto que ya estuvo nominado gracias a uno de sus cortometrajes, La guerra, finalista al Goya al mejor cortometraje en 2007. Dorado, además, ha ejercido de ayudante de dirección en producciones españolas tan relevantes como Hable con ella (Pedro Almodóvar, 2002) o El espinazo del diablo (Guillermo del Toro, 2001). Mindscape funciona como una correcta cinta comercial que bien podría haber aspirado a colarse en alguna categoría más (sobre todo gracias a una cuidada dirección artística y fotografía). Jorge Dorado demuestra en esta cinta que los años de experiencia le han servido para sacar adelante un primer largometraje cargado de ritmo y que resulta ser un producto muy solvente. Sin embargo, parece que poco tiene que hacer ante trabajos que este año han sido más laureados como los de Fernando Franco por La herida o Rodrigo Sorogoyen por Stockholm. Rubén Miguélez

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Rodrigo Sorogoyen por Stockholm

Igual que en las candidaturas de actores revelación siempre hay candidatos veteranos que hacen dudar del criterio que rige esos apartados, este año en dirección novel nos encontramos con un caso análogo: Stockholm es, en realidad, el segundo largometraje de Rodrigo Sorogoyen, que debutó pero no en solitario con 8 citas. El hecho de que la realización de esta cinta fuera labor a cuatro manos junto a Peris Romano se ha entendido como razón suficiente para que Sorogoyen pueda optar este año al Goya como si fuera un debutante. En cualquier caso, la nominación es bien merecida. El realizador madrileño ha acometido en Stockholm un viaje por el alambre que logra llegar a buen puerto. La naturaleza de la película desdibuja los límites del trabajo de Sorogoyen como director y guionista, trazando un recorrido dramático tan arriesgado como estimulante. No es la primera vez que un realizador decide partir su película en dos mitades radicalmente distintas, pero son muchas menos las veces que en la ruptura funciona. Las dos Stockholm, tan opuestas, se hablan entre sí y tratan de reconocerse igual que alguien que se mira al espejo en plena resaca. La razón de que ese improbable ensamblaje funcione corresponde fundamentalmente a la pericia y la valentía de Sorogoyen. Una pena que el favorito al galardón venga arropado por un marchamo de mayor prestigio, porque méritos para el Goya los tiene todos. Fernando de Luis-Orueta

Ganará: Fernando Franco por La herida
Debería ganar: Rodrigo Sorogoyen por Stockholm