Oscar 2015: Mejor película extranjera

Aunque avanzando en el transcurso de la temporada de premios, la polaca Ida se ha consolidado como gran favorita en esta categoría, el resto de las componentes son más que interesantes y dignas candidatas a llevarse la estatuilla el día 22.

Ida

Ida, de Pawel Pawlikowski (Polonia)

¿La gran favorita? Pudiera ser que esa extendida corriente crítica favorable a Ida haya llegado hasta Estados Unidos. De momento, la cinta de origen polaco fue una de las gratas sorpresas del pasado año con una historia de búsqueda existencial ambientada en la Polonia de los años sesenta que ha calado hondo tanto en la crítica como en los festivales que ha pisado. La protagonista, interpretada por una dulce y lúcida Agata Trzebuchowska, es una novicia huérfana a punto de tomar los hábitos que decide abandonar el que ha sido su frío hogar durante años para visitar a una tía y descubrir un pasado que se remonta a la ocupación nazi. Una historia tan sencilla como complicada con la que Pawel Pawlikowski aprovecha para ahondar en las heridas abiertas en su país a través de los ojos de una joven que se busca así misma. Ida, rodada en blanco y negro con una fotografía impecable, lleva meses recogiendo el fruto del trabajo bien hecho. La del Oscar no ha sido su única nominación de relumbrón. Estuvo presente en los Globos, en los BAFTA, en los Premios del Cine Europeo, en los Independent Spirit, y la lista sigue y sigue. También se oirá su nombre, al menos en el repaso a las nominadas a mejor película europea, el próximo sábado 7 de febrero en los Goya. María José Arias

leviathan

Leviatán, de Andrei Zvyagintsev (Rusia)

La apuesta rusa para el Oscar es la gran candidata a hacerse con la estatuilla si la polaca Ida no acaba su carrera casi perfecta. Reciente ganadora del Globo de Oro (aunque ya sabemos que esto no tiene porque significar mucho), la cinta rusa ha levantado ampollas en su país de origen por su descarnada crítica a una administración y un gobierno anquilosado. Partiendo de una premisa que suena a conocida (por la realidad que nos acecha), un hombre ve como su casa y su taller van a ser expropiados con una indemnización mínima a causa de intereses locales, la película crece desde el drama familiar a la sátira política pasando por el thriller romántico. Ambiciosa, desmedida como sus personajes, alcohólicos y desnortados, hiriente y necesaria. La gran valía de Leviatán reside en su lectura de la Rusia actual. Como ese Leviatán, como ese monstruo marino varado en la arena,  en los huesos incapaz de moverse; Andrei Zvyagintsev resquebraja al monstruo, rompe el hueso y se hace a la mar para entregarnos una obra inmensa, sorprendentemente divertida y dolorosamente real. Su victoria no parece ahora mismo la más probable, pero si se produce, será incontestable. Luis Fernández Ferreira

Tangerines

Tangerines, de Zaza Urushadze (Estonia)

Una de las contendientes más fuertes de esta categoría es la estonia Mandariniinid, ubicada en el contexto de la guerra civil entre las ex-repúblicas soviéticas, centrada en un grupo pequeño de personajes pero que logra sintetizar la historia de la región. La acción tiene lugar en 1992, durante el conflicto entre Georgia y Abjasia que forzó a muchos estonios a volver a su patria. Dos de esos estonios, uno carpintero que hace cajas para que el otro pueda transportar las mandarinas que cultiva, se ven sorprendidos por el fuego cruzado entre los dos bandos. De esa refriega sólo dos soldados sobreviven, uno de cada bando, y los dos estonios deciden cuidarlos hasta que se recuperen. Aunque el argumento desde luego no suena a nuevo, las interpretaciones de todos ellos, sobre todo la del viejo carpintero, la convierten en una historia muy eficaz y emotiva, y la dirección de Zaza Urushadze trata el entorno rural con aridez y lirismo, no carente de una melancolía que se apoya en la fotografía brumosa  y sobre todo la música, siempre presente. María Pérez

Timbuktu

Timbuktu, de Abderrahmane Sissako (Mauritania)

Hay veces que describir la realidad más cruel no es suficiente para impresionar al público. Hay que saber administrar el tempo, la sensibilidad, la dureza e incluso el sentido del humor. Timbuktu está basada en hechos reales, en 2012 una joven pareja fue lapidada por islamistas; su pecado fue no estar casados, un grave delito contra la ley de Mahoma. Abderrahmane Sissako ha sido capaz de rodar una película terriblemente sencilla sobre esta espeluznante y macabra injusticia llevada a cabo por el hombre. Y no sólo eso, Timbuktu es también una cinta donde se diluye un mensaje político, llena de secuencias exóticas y en la que director mauritano es capaz de utilizar el sentido del humor para desvirtuar la crudeza de los hechos. El filme no ha parado de cosechar premios desde que apareció en la sección oficial de Cannes y tras el atentado de París no puede estar más de actualidad. Sin embargo, este año la candidatura de mejor película extranjera es especialmente competitiva. Pedro Moral

RelatosSalvajes

Relatos salvajes, de Damián Szifrón (Argentina)

Relatos salvajes supone la séptima nominación de Argentina en esta categoría, que ya le ha dejado dos estatuillas: La historia oficial (Luis Puenzo, 1985) y El secreto de sus ojos (Juan José Campanella, 2009). Muchas de ellas, además, se sienten un poco españolas gracias a la frecuente y fructífera coproducción entre ambos países. Relatos salvajes no es una excepción y está participada por El Deseo, la empresa de los hermanos Almodóvar, un nombre que supone un verdadero aldabonazo para la cinta en tierras hollywoodienses. No sólo este aval distingue a la cinta de Damián Szifron de sus cuatro competidoras: Relatos salvajes es una comedia. Ácida, oscura por momentos, dolorosa, irónica y despiadada. Una sátira social contada a través de seis relatos que agita al espectador a través de la risa y la incomodidad. Si la Academia decide pasar del drama o si los votos se dividen entre Ida y Leviatán, será la ocasión para que Argentina, Szifrón y un pedacito de España se acuesten con un Oscar en la mano. Fernando de Luis-Orueta

Ganará: Ida
Debería ganar: Ida
Molaría que ganase: Relatos salvajes