Cómo entrenar a tu dragón

OSCATLÓN 2010: Partitura original

El Oscar a la mejor partitura se lo disputan Hans Zimmer, uno de los grandes veteranos que ha vuelto a la buena senda de la que jamás debió salir; John Powell, uno de los compositores más eficaces del cine de acción con su gran primera partitura sinfónica; el delicado y sensible Alexandre Desplat que ha dado en el corazón de Bertie; la apuesta retrofuturista de Trent Reznor y Atticus Ross; y una amalgama de estilos y tensiones que lleva la firma de A.R. Rahman.

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OSCATLÓN 2010: Partitura original

John Powell por
Cómo entrenar a tu dragón

El británico John Powell nos tiene acostumbrados a partituras tremendamente vibrantes y poderosas para cintas de acción como la saga Bourne y, este mismo año, Green Zone (Distrito protegido). En ellas suele apostar por un tratamiento electrónico sobre una base orquestal que se ajusta perfectamente a las necesidades del género pero que, necesariamente, enfría el reslultado final. Sin embargo, para Cómo entrenar a tu dragón ha dejado a un lado todo lo que no sea una orquesta y una composición conforme a los cánones más clásicos. Pero eso no quiere decir, en modo alguno, que resulte aburrido. Su fenomenal sentido de la emoción y su conocimiento de los resortes sinfónicos que tan bien aprendió de su maestro Patrick Doyle han hecho de Cómo entrenar a tu dragón una de las mejores partituras de este año.

OSCATLÓN 2010: Partitura original

Hans Zimmer por
Origen

En los últimos años, el compositor alemán Hans Zimmer había caído en el descrédito cuando se corrió el rumor de que sus partituras estaban en realidad compuestas por músicos a sueldo y -seguramente por ello- por el bajón en el nivel de su producción. Así, después de haber obtenido siete nominaciones a los Oscar y una estatuilla entre 1989 y 2001, no fue hasta la pasada edición en que volvimos a ver su nombre entre los finalistas. Algo tiene este Origen que cuando se escucha parece el anuncio de su regreso. Hay aquí elementos que ha ido utilizando aquí y allá en las anteriores cintas de Christopher Nolan, pero que hasta ahora aparecían demasiado deslabazados. En cambio aquí se ha producido una buena aleación entre los sonidos tradicionales en su producción, los elementos más enigmáticos de los últimos años y préstamos de otros compositores contemporáneos como Michael Giacchino. Resultado: una partitura vibrante y rotunda. La pega: que es tan ampulosa y hueca como la película a la que pertenece.

OSCATLÓN 2010: Partitura original

Alexandre Desplat por
El discurso del rey

El francés Alexandre Desplat lleva varios años en una progresión fascinante, pasando de una partitura extraordinaria a otra mejor. Este año ha firmado la primera entrega de Harry Potter y las reliquias de la muerte, Tamara Drewe, El escritor, el telefilm La relación especial y ésta que nos ocupa, El discurso del rey, todas ellas peculiares, adecuadas y sensibles. Para la cinta sobre Jorge VI ha desarrollado una sonoridad delicada e intimista, sin buscar nunca el oropel de la corte. Éste no es el rey figura pública sino el tartamudo acomplejado del cuarto de estar. Es ese individuo complejo y misterioso el que Desplat retrata con sus notas. Tanto es así que cuando nuestro Bertie por fin es capaz de superar sus miedos y convertirse en el monarca que necesita su país, Desplat se retira y deja paso a Beethoven, cediendo la música para el discurso del título al Concierto del Emperador. Ese ataque de humildad final, el hecho de que su música no suene en el punto culiminante de la película, puede costarle el Oscar.

OSCATLÓN 2010: Partitura original

A.R. Rahman por
127 horas

El indio A.R. Rahman no tuvo bastante con dos estatuillas por Slumdog Millionaire. En su segunda colaboración con Danny Boyle, Rahman ha renunciado a los sonidos de su país para introducir otros puramente americanos, que resuenan a country, tal y como hizo en su momento Gustavo Santaolalla para Brokeback Mountain. Pero hay mucho más, porque la partitura de 127 horas es una amalgama de estilos dificil de digerir: hay piezas de corte clásico propias, un nocturno de Chopin, una canción de Sigur Ros y varios temas propios que abusan de la electrónica. Seguro que habrá quien defienda este estilo, pero desde nuestro punto de vista conjugar tantas músicas tan diferentes es un trabajo muy delicado mientras lo de Rahman se queda en mero popurrí.

OSCATLÓN 2010: Partitura original

Trent Reznor y
Atticus Ross por
La red social

La decisión de David Fincher de encargar la música de La red social a Trent Reznor y Atticus Ross hacía temer lo peor. Ahora que hemos visto la película y escuchado la partitura tantas y tantas veces, reconocemos que todos los temores eran infundados. El talento no consiste sólo en hacer apuestas seguras, sino en arriesgar y buscar la innovación. Incluso por los vericuetos más improbables. Porque la decisión de Reznor y Ross tiene bemoles: han optado por crear una sonoridad envolvente y retrofuturista. Nada de tratar de partir la pana con nuevas ocurrencias. Su opción ha sido, como ocurre en tantas otras facetas del arte y las tendencias, regresar a los ochenta, recuperar sonidos y formas, salpicar su música de guiños y citas. La partitura resultante tiene ese raro sabor a innovador. Ya se sabe que se puede ser original pero nunca nuevo. Reznor y Ross son conscientes de ello y su visión puede tener premio.
Ganará: Alexandre Desplat por El discurso del rey

Debería ganar: Trent Reznor y Atticus Ross por La red social

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