Miel de naranjas

Imanol Uribe elabora en Jerez su ‘Miel de naranjas’

Miel de naranjas
Miel de naranjas es la nueva película que rueda Imanol Uribe. Tras 4 años alejado de la ficción cinematográfica, el cineasta guipuzcoano vuelve a ponerse tras la cámara para contar la historia real del padre de la guionista Remedios Crespo, que durante el servicio militar colaboró como secretario del juez y redactaba cartas de amor en lugar de sentencias.

La cinta, protagonizada por Blanca Suárez, Eduard Fernández, Karra Elejalde, Nora Navas, Ángela Molina e Ibán Gárate en su primer papel protagonista de primera fila, se rueda durante cuatro semanas en Jerez de la Frontera que, durante estos días, ha sido remodelada como un pequeño pueblo de los años 50. Decenas de extras y curiosos se arremolinan alrededor del set donde Uribe da órdenes a sus actores: la escena que presenciamos es un momento de tensión dentro de la trama de la película, la fuga de un personaje desconocido. Para esta escena de riesgo también se ha contado con la presencia de Reyes Abades, el veterano profesional de los efectos especiales.

Los treinta grados que azotan la plaza del mercado de Jerez no son impedimento para que el trío masculino protagonista interprete sus líneas mientras soportan el calor enfudados en trajes de época confeccionados con lana. Uribe, decidido y convencido de lo que quiere para su película, da órdenes precisas a sus actores para afinar poco a poco la escena, con tan buena suerte y eficiencia que la jornada finaliza antes de lo previsto.

Basada en la historia real del padre de Remedios Crespo, la guionista de la película, la historia que cuenta Miel de naranjas está llena de misterios y giros inesperados que no pueden desvelarse, como todos sus actores coinciden en apuntar, pero lo que si se puede contar es que la película aborda la posguerra desde la vertiente más luminosa de la historia, con delicadez, esperanza, y retratando uno de los pasajes menos conocidos de nuestra historia: los campos de concentración situados en España. 

Aún quedan otras cuatro semanas de rodaje en Madrid, pero su productor, Enrique González Macho ya ha asegurado que tiene intención de volver a Jerez para estrenar la película.
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