Mostra de Valencia

El fiel retrato de ‘Carlos’ abre la Mostra

La trigésimo segunda edición de la Mostra de Valencia arranca esta noche con la proyección de Carlos, el montaje cinematográfico de la opus magnum de cinco horas de duración firmado por Olivier Assayas sobre el terrorista Ilich Ramírez Sánchez, que recibió un Globo de Oro en la pasada edición de los premios en su formato de miniserie.

El crudo retrato (con partes ficcionadas) que firma Assayas en Carlos, es la historia de la ambición personal de un idealista megalómano que pretende por todos los medios, cambiar el panorama social y político de la época. Contundente, rotunda y espectacularmente filmada, el testimonio cinematográfico de la vida de Carlos se ve en parte ensombrecido por la ingente cantidad de documentación que, como bien ha querido destacar su director en la rueda de prensa, se ha utilizado para ambientar y documentar la historia, que acaba lastrando el montaje y obligando a recortar fragmentos dejando en algunos casos, historias a medio contar.

Pero no importa cuando en una película como esta, la historia de un personaje y las personas que le rodearon en su ascenso y caída, se construye con unos actores tan sumamente solventes que dejan ganas de más. Porque probablemente Carlos, en cualquiera de sus dos versiones (cinematográfica y televisiva), sea de las pocas historias que a pesar de su sobredosis de información, duración y extensión en el tiempo fílmico, deja ganas de más.

Assayas ha reconocido que él abordó el proyecto como una película para cine desde el principio, y se nota. Problemas de producción colaterales hicieron que esta película de cinco horas y media tuviera sus diferentes cortes, versiones y presentaciones, pero la voluntad de crear un todo de proporciónes faraónicas está, y en el fondo, es la mayor baza de la película: que suponga el retrato más fiel que existe hasta la fecha de la figura de Ilich Ramírez Sánchez, Carlos.