Muestra Syfy: Mi novia es un monstruo

Tras la sesión matinal con el clásico de animación japonés Mi vecino Totoro en la sesión Syfy Kids, la irlandesa Song of the Sea daba el pistoletazo de salida a la tarde de la tercera jornada de la Muestra Syfy de este año. La cinta, que consiguió colarse entre las nominadas al Oscar a la mejor película de animación de este año, es la segunda película del director Tomm Moore, quien ya estuvo presente en los Oscar en 2009 gracias a El secreto del libro de Kells. Igual que ocurría con su ópera prima, Song of the Sea es una pieza de orfebrería construida con el mimo y el tacto del mejor de los cuentacuentos. En esta ocasión, Moore nos cuenta la leyenda de la última de los selkies, mujeres irlandesas que, según la leyenda, tienen la capacidad de convertirse en focas. Moore firma 93 minutos de magia, belleza y fantasía que justifican su presencia, por segunda vez consecutiva, como una de las cinco mejores películas de animación del año.

Continuaba la sesión de tarde con la austriaca Goodnight Mommy, dirigida por Severin Fiala y Veronika Franz y una de las más esperadas de la jornada. Prometía ser un thriller psicológico sobre dos hermanos gemelos al más puro estilo Funny Games. Y como las comparaciones son odiosas, Goodnight Mommy pierde por goleada frente a la macabra historia de Haneke. Si bien es cierto que la segunda mitad de esta historia sobre dos gemelos obsesionados con que la mujer que convive con ellos se trata de una impostora, y no de su madre real, sí consigue lo prometido -o al menos se acerca- su primer tramo se antoja largo y pretencioso. Aun así, la cinta pasa el corte gracias a las torturas que los gemelos deciden infligir sobre su madre, que hicieron que pocos pudieran mantener la mirada en la pantalla durante toda la proyección.

A modo de transición entre dos de las películas que más comentarios habían generado de la Muestra, llegaba Spring, película norteamericana firmada por Justin Benson y Aaron Moorhead y que Leticia Dolera describía -con mucho acierto- antes de su proyección como una “mezcla entre el cine de Richard Linklater y La mujer pantera”. Benson, que también firma el guión, hace las veces del Linklater de la trilogía de “Antes de…” contándonos la historia de un joven norteamericano que viaja a Italia tras perder a su madre y su trabajo, y allí conoce a Louise, una chica con la que inicia un intenso romance que bien podría recordarnos al de Jesse y Celine. Si Celine fuera un ser sobrenatural de más de dos mil años con la capacidad de transformarse -sin control- en el más terrible de los monstruos. Spring es una deliciosa mezcla de romanticismo y sci-fi y se convierte, por sorpresa, en una de las mejores películas que hemos podido ver en esta Muestra.

Para la sesión de la noche, hasta ahora la sesión más prometedora, la muestra nos reservaba Cub, una cinta belga financiada por crowdfunding ganadora del premio a la mejor dirección en el pasado Festival de Sitges que narra la historia de un grupo de boy scouts que se adentran en un bosque de acampada donde un niño salvaje les acecha para acabar con ellos uno a uno. Si bien su ejecución es correcta (sin más), bien es cierto que con las mimbres que se presenta la cinta, podría haberse tejido un resultado bastante más sobresaliente. Cine de género de manual con muy poca originalidad en su desarrollo y algún que otro atisbo curioso de algo destacable pero que pasa desapercibido con facilidad.

Para la sesión de madrugada, como es costumbre, un slasher con poca calidad cinematográfica pero altas dosis de delirio, sangre y comedia. En este caso fue el turno de Crazy Bitches, una delirante película en la que siete chicas y un chico salen de la ciudad a una casa en el campo y, uno por uno, van muriendo a manos de un asesino que quiere acabar con ellos, como toda la platea, por lo repelentes y vanidosos que resultan. Como sorpresa, el responsable de los efectos especiales de la película Chris Boots estuvo presente en la presentación de la película y durante buena parte de la proyección, por lo que el público, que ya de por si suele jalear esta sesión, aumentó su entrega a la película.