Marian Álvarez se hizo ayer con la Concha de Plata a la mejor actriz en el 61 Festival de Cine de San Sebastián gracias a su papel de Ana en La Herida, la primera cinta como director de Fernando Franco, montador de películas como Blancanieves o Alacrán enamorado.
Ana es una joven conductora de ambulancias que sufre un trastorno límite de personalidad, pero ella no lo sabe. Tiene que lidiar con las dificultades extremas que se encuentra a la hora de intentar relacionarse con su entorno. «Para interpretar a Ana tuve que hacer un ejercicio de amor y respeto por el personaje, así lo pedía el guión», explica. «Nunca vi en Ana una persona a la que no quisiera conocer, si no a alguien que me interesaba mucho. Me interesa lo que ocurre en su vida y por qué, y a partir de ahí realicé un riguroso trabajo de investigación sobre esta enfermedad», asegura. «Después tuve que olvidarlo todo, porque en el fondo Ana no sabe lo que le pasa. Es como un cachorrillo que no sabe manejarse en la vida»
Marian Álvarez realiza un portentoso viaje físico y emocional durante La Herida, algo que la colocó en la posición de favorita desde la primera proyección de la película el pasado jueves. «Ha sido un viaje emocional muy potente a las profundidades del alma humana, muchas veces con unos secretos muy oscuros y con aguas un poco farragosas que dan mucho miedo. Me he tenido que desnudar emocionalmente sin prejuicios y con toda la honestidad que he sido capaz», explica Álvarez sobre las dificultades que han supuesto algunas de las escenas más duras de la película.
En La herida, Marian Álvarez aparece en cada una de las tomas que forman el metraje final, pero no es la primera vez que esta actriz es la protagonista absoluta de un film, ya lo fue en Lo mejor de mi, de Roser Aguilar, película por la que ya fue alabada y se llevó el premio a la mejor actriz en el Festival de Cine de Locarno. «Cuando te llega una oportunidad así, y tienes la posibilidad de trabajar con Fernando Franco, las ganas de tener un personaje como este y un poco de inconsciencia es lo que me han hecho seguir adelante. Obviamente te lo replanteas varias veces y tienes tus crisis antes de empezar, porque al final todo el equipo depende de lo que tú hagas», comenta Álvarez, y sobre estas presiones añade que Fernando Franco ha estado ahí «sosteniéndome, mimándome y cuidándome cuando ha sido esencial».
Para Fernando Franco, La herida es su primer largometraje, aunque ya tiene una larga trayectoria como cortometrajista (Mensajes de voz, Room, La media vuelta, Tu(a)mor) y como montador, consiguiendo el año pasado su primera nominación al Goya por el montaje de Blancanieves. Marian comenta sobre Franco que su trabajo es «sorprendentemente no demasiado técnico», y añade que «quiere mucho a sus personajes, no parece que sea su primera película». «Tiene una seguridad y ha creado un ambiente espectacular en el equipo, ha sido un rodaje inolvidable para todos. Y es difícil conseguir eso para un director en su primera película. Yo ya conocía su carrera como cortometrajista y me gustaba mucho, así que me he lanzado y me he fiado de él todo el rato», concluye Marian Álvarez.
Si Álvarez sigue la estela de María León, Concha de Plata a la mejor actriz en el Festival de San Sebastián hace dos ediciones y Goya a la mejor actriz revelación durante la misma temporada, podemos estar ante una de las actrices más relevantes del año en el panorama español. Pero para saber si esto se cumple habrá que esperar unos meses.