La Academia del Cine Europeo (EFA) ha anunciado hoy que entregará, en la ceremonia que se celebrará el día 4 de diciembre en Tallin (Estonia), el Premio de Honor de la Academia al actor suizo Bruno Ganz, un premio coherente si consideramos que Ganz es uno de los más puros representantes del mejor cine europeo.
Bruno Ganz (nacido en Zúrich en 1941) inició su carrera como actor en la universidad, y consiguió su primer papel cinematográfico a los 21 años en Der Herr mit der schwarzen Melone, aunque sus primeros éxitos le vinieron encima de un escenario, al que dedicó casi por entero sus primeros 20 años de profesión, incluso estrenando obras de autores tan fundamentales como Thomas Bernhard. Su primer papel importante en cine llegó en 1976 con Sommergäste, a la que sucedieron trabajos con Éric Rohmer (La Marquesa de O, 1976), Jeanne Moreau (Lumière, la primera película como directora de la mítica actriz francesa, en 1976), Wim Wenders (en 1977, El amigo americano, basada en El juego de Ripley, de Patricia Highsmith), Werner Herzog (Nosferatu, el vampiro 1978) o Wolfgang Petersen (El jugador de ajedrez, 1979).
En los años 80 consolidó su carrera y su reputación como actor reflexivo e introspectivo con papeles como el de Georg Laschen en Círculo de engaños (de 1981, dirigida por el alemán Volker Schlöndorff) y sobre todo con el del ángel Damiel de El cielo sobre Berlín (en la que repitió con Wim Wenders y que tuvo una secuela en Tan lejos, tan cerca).
En los últimos años le hemos podido ver encarnando a personajes memorables como el del Profesor Rohl de The Reader (Stephen Daldry, 2008), el de Horst Herold en la controvertida The Baader Meinhoff Complex, y sobre todo el de Adolf Hitler en El hundimiento (Oliver Hirschbiegel, 2004), un papel para el que estuvo preparándose y documentándose durante cuatro meses y que le convirtió en el primer actor germanoparlante en interpretar al dictador en un largometraje.