Isabel Coixet ha sido la ganadora de la noche de los Goya al lograr los tres premios principales con La librería: mejor película, mejor dirección y mejor guión adaptado. Numéricamente el triunfo ha sido para Handia, con 10 estatuillas incluyendo guión original y actor revelación (Eneko Sagardoy).
La gran favorita del año, Verano 1993, se ha tenido que conformar con los premios a mejor dirección novel (Carla Simón), actor de reparto (David Verdaguer) y actriz revelación (Bruna Cusí).
La mejor actriz, como estaba previsto, ha sido Nathalie Poza por No sé decir adiós y tampoco ha habido sorpresa con Javier Gutiérrez como protagonista por El autor. Su compañera Adelfa Calvo ha logrado el galardón a la mejor actriz de reparto.
Verónica sólo ha logrado una estatuilla, a mejor sonido. También con uno se ha tenido que conformar La llamada, el de mejor canción.
Marisa Paredes ha recogido el Goya de Honor y ha recordado que bajo su mandato se celebró la gala del «No a la guerra». «Lo volvería a hacer», ha asegurado.
La gala, conducida por Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla, no ha logrado remontar el listón de años anteriores. El guión ha resultado plano y por momentos inconexo, y ha reservado las mejores líneas para dos actrices invitadas, Cristina Castaño y Pepa Charro.
Con la presidenta de la Academia convaleciente del ictus que sufrió hace unas semanas, el discurso institucional lo han leído a medias los vicepresidentes, Mariano Barroso y Nora Navas. “La industria del cine genera riqueza para el Estado, recaudando bastante más dinero del que recibe. Y sigue ahí el IVA, al 21%”, han recordado antes de reivindicar el papel de la mujer en la industria: “Derrotando la superioridad de género derrotaremos el monstruo de la violencia contra las mujeres. Y debemos lograrlo todos juntos. Todas juntas”.