Como siempre los Globos de Oro nos deparaban una noche de infarto y las categorías televisivas así lo han demostrado. The Affair y Tranparent se han convertido en las nuevas reinas de la televisión, con Fargo acompañándolas en este triunvirato de recién llegadas. Ni una sola serie repite trono.
En comedia hay dos claras vencedoras. Por una parte Transparent, la comedia que la crítica ha abrazado definitivamente esta temporada y que ha lanzado definitivamente a Amazon a la palestra de la producción de series propias. Sangre fresca que los Globos de Oro no podían dejar de premiar, que marca el cambio definitivo, HBO o Showtime ya no son las reinas absolutas. Una serie sincera y honesta con un tema complicado de abordar. Merecido premio que vence al fenómeno Orange is the new black. Y como estaba cantado Jeffrey Tambor ganaba el segundo premio para ‘Transparent’, su transformación en un transexual que debe contar su situación a toda su familia se ha ganado el corazón de todo aquel que le ha visto y de los votantes de la Asociación de Prensa Extranjera.
Y por otra parte, la serie revelación de The CW Jane the virgin se llevaba la categoría de mejor actriz en serie de comedia o musical, categoría que se presentaba especialmente abierta este año y dado el gusto de los Globos por los recién llegados y la tendencia a encumbrar series o actores de reciente aparición pues parecía una apuesta clara, Así, Gina Rodriguez se lleva el gato al agua por la comedia de esta embarazada tan particular.
La línea rompedora continuaba en la categorías de comedia y la Asociación de críticos extranjeros abraza a una recién llegada como The Affair, que ha demostrado un poderío visual y argumental envidiable en su primera temporada con la particular presentación de sus personajes. Un premio que se completaba con el premio a la mejor actriz en drama para Ruth Wilson, una victoria más inesperada pero que se mantiene en la línea que comentamos. Los Globos están sedientos de nuevos, o no tan nuevos, talentos. El mejor actor en drama fue a parar a manos del personaje ansioso de poder y sin escrúpulos de Kevin Spacey en House‘of Cards.
De aquí saltamos a la categoría de mejor miniserie o película para televisión donde Fargo que consolida su posición de gran serie del año. La pasión por True Detective se apagó pronto y Fargo creció. Recibida con escepticismo, una muestra de que las ideas más o menos recicladas, a veces, producen resultados maravillosos. Una serie que recibe otro galardón con el premio a Billy Bob Thornton, mejor actor en miniserie por la misma Fargo, que arrasa en el primer bloque de series. Otra veterana que se fue de vació en esta noche era Frances Mcdormand que vio como Maggie Gyllenhaal se llevaba el premio a la mejor actriz en miniserie o película para televisión por The Honorable woman.
Mejor actor de reparto en televisión ha quedado como el premio de consuelo para la tv-movie de Ryan Murphy The normal heart. Un premio merecido para un actor, Matt Bomer, que ha conseguido destacar sobre un reparto estelar. Una película que nos sitúa en los años 80, plena lucha contra el VIH, que intenta recordar a toda una generación perdida.
Y aunque nosotros acabamos con ella, la noche en las categorías televisivas empezaba con una de las mayores sorpresas. Joanne Froggatt ganaba por su papel en Downtown Abbey que sigue su particular idilio con la audiencia americana. Las favoritas Allison Janney, que pierde su quinto Globo de Oro, y Uzo Aduba tendrán que esperar para su gran momento.