'Ángeles y demonios' de Hans Zimmer

Bombástica composición para ‘Ángeles y demonios’

'Ángeles y demonios' de Hans Zimmer {mp3}intermezzo/2009-angels2{/mp3} Ángeles y demonios
Compositor: Hans Zimmer
Sello: Sony Classical
Año: 2009
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3notitas

Qué osado es Hans Zimmer cuando quiere. El compositor alemán arriesga todas las virtudes de su antiguo (y magnífico) score para El código Da Vinci y reformula por completo la línea musical en Ángeles y demonios. El resultado es una efectiva creación, oscura y bombástica, sustentada por coros, órgano y sobre todo, sintetizadores. Éstos acertadamente se ven compensados por momentos de preciosa intimidad de la mano del violoncelista Joshua Bell (Resistencia), que cierran un conjunto muy destacado.  

Si hay algo que merece la pena de la película El código Da Vinci es precisamente su música. Fue una pena que la Academia finalmente optara por no seleccionarla entre los mejores trabajos de 2006, una decisión que lógicamente se vio afectada por la mala calidad de la cinta dirigida por Ron Howard. Su estimulante tema central, ‘Chevaliers de Sangreal’, es uno de los temas instrumentales para cine más escuchados en Youtube y la propia Academia no dudó en usarlo para su homenaje a las 80 películas ganadoras del Oscar en la ceremonia de 2007.

La nueva entrega del best-seller, titulada Ángeles y demonios, sigue las andanzas del historiador Robert Langdon, ésta vez en su cruzada contra la secta satánica Illuminati. La película parece haber corregido el lento ritmo de la primera película pero mantiene su espíritu de cine palomitero sin pretensiones. Lo mejor de esta segunda parte, además de ver a Ewan McGregor en sotana, vuelve a ser lo mismo que en El código Da Vinci, su música.

Hans Zimmer habla sobre el proceso de creación de la partitura

La partitura está estructurada en torno a sólo nueve pistas, cada una de una duración extensísima (muchas superan los seis minutos con facilidad). El compacto se abre con su nuevo tema principal, ‘160 Bmp’, una intensa y frenética pieza que Zimmer articula como un duelo entre coros masculinos y femeninos en una contienda orquestada por los sintetizadores. Poco o nada tiene que ver con el  bello tema para El código Da Vinci. Zimmer recrudece y sataniza desde el principio el tono de la franquicia para hacerla más oscura y más impactante.

El segundo tema, ‘God Patricle’, empieza con una breve revisitación al clásico tema de la primera película pero dirigido por el violín de Joshua Bell, cuyo efecto logró más que buenos resultados en la partitura de James Newton Howard para Resistencia. Zimmer, quizás por envidia, ha decidido robarle el genio a su amigo Newton Howard, y probar el resultado en un contexto satánico. Muy pronto el solo de violín es engullido por los sintetizadores que conducen la música hacia espacios potentes y etéreos.

La tercera pieza, ‘Air’, se abre con una indefinida misa grave en latín que se va acompañando del sonido de las campanas para dar paso a la inquietante acústica religiosa. Los coros y los sintetizadores a toda pastilla dan a la escena una presencia más allá de lo solemne. El frenetismo coral se da un descanso en ‘Science and religion’ donde Joshua Bell se erige como elemento lírico en una textura inquietante provocando un clímax estremecedor y bello. Esta línea, que se contrasta con la acción percusionista de otras pistas, aparece también en ‘Election by adoration’ en la que tras la performance de Bell se empieza a puntear, en un tono minimalista, el ‘Chevaliers de Sangreal’. El último corte, quizás el más recomendable del Cd, ‘503’, aúna los elementos instrumentales característicos de Ángeles y demonios, es decir, órgano, violín y sintetizadores, para interpretar el tema de El código da Vinci. Una absoluta genialidad que le sirve al compositor para integrar ambas partituras y marcar el estilo de cada una.

En definitiva, estamos ante una partitura muy efectiva plagada de frenetismo coral, cantos aterradores, acción bomástica y muchas texturas de sintetizadores, éstas últimas, en algunos pasajes se quedan un tanto apagadas o faltas de carisma musical. Es entonces cuando aparece justo el violín de Joshua Bell para salvar el clímax y darle la vuelta a la música. Un mix de horror, acción y lirismo para un notable trabajo de Hans Zimmer.

Pistas:

1. 160 BPM (6:42)
2. God Particle (5:20)
3. Air (9:08)
4. Fire (6:51)
5. Black Smoke (5:45)
6. Science and Religion (12:27)
7. Immolation (3:38)
8. Election By Adoration (2:12)
9. 503 (2:14)