Tras una edición en DVD ejemplar, Cameo lanza en alta definición 8 ½, el inmortal clásico de Federico Fellini que luce mejor que nunca en Blu-ray. Una estupenda noticia para los amantes de una de las obras más personales del legandario realizador italiano. Lo peor: alguna pérdida de contenido adicional por el camino.
La película presenta el máster de imagen editado por Criterion en Estados Unidos en formato 1.85:1 con pistas de audio en calidad DTS-HD Mono 2.0 tanto en su versión original en italiano, como en las pistas dobladas al castellano y al catalán. Además, incluye pistas de subtítulos en castellano. Todo tal y como ya pudimos disfrutarlo en su edición en DVD.
Respecto al contenido extra, a diferencia de la edición en definición estándar, aquí se incluye todo el contenido en un mismo disco, película y extras, y se mantiene, del mismo modo, todo el contenido adicional, incluido el contenido original de la edición americana de Criterion. Así pues, encontramos en primer lugar el documental Fellini, soy un gran mentiroso, de algo más de noventa minutos, una producción de 2002 nominada a los Premios del Cine Europeo en la categoría correspondiente en la que el propio Fellini, a través de varias entrevistas, y gente de su entorno, abordan el proceso creativo y el universo personal del director, así como pasajes poco conocidos de su vida y obra. Un certero y divertido relato de uno de los realizadores más influyentes de la historia del cine italiano.
El resto de contenidos, editados originalmente por The Criterion Collection, incluyen una introducción del director Terry Gilliam a la película en la que el realizador comenta su primera experiencia con 8 ½, así como repara en la icónica primera escena de la película, en los detalles autobiográficos del filme, así como realiza un somero repaso al papel de la mujer en el cine de Fellini y en la cultura italiana. Además, reconoce que probablemente el pasado de Fellini como ilustrador (igual que él) sea el origen de la exageración en sus textos fílmicos. Un documento de casi ocho minutos de duración en la que de forma somera, se pone en contexto la película y se dibuja en pocos trazos el personalísimo universo de Fellini para preparar al espectador antes del visionado de la película.
A continuación encontramos entrevistas con Sandra Milo, Lina Wertmüller y Vittorio Storaro. Milo, actriz de la película, centra su conversación en el Fellini personal más que en el Fellini profesional, y destaca en la media hora aproximada que dura la entrevista los paralelismos entre la película y la vida real del realizador. Además, desvela algunas anécdotas del proceso creativo tanto de esta película como de su trabajo con Fellini a lo largo de los años. Un retrato en sus palabras realizado con muchísimo respecto, cariño y agradecimiento.
Wertmüller, por su parte, fue ayudante de dirección en esta película antes de convertirse en la guionista y cineasta que es hoy en día. En su entrevista, de aproximadamente diecisiete minutos, habla de la inocencia y curiosidad tras la cámara de un Fellini que a la vez supone un mordaz cínico en la vida real. Además, explica la forma de trabajar de Fellini en este proyecto, donde la página de guión era una guía para el rodaje, pero no desde luego una meta, por lo que el resultado final de la cinta es la surrealista y onírica propuesta que ha hipnotizado a varias generaciones. Como Milo, Wertmüller se muestra agradecida a Fellini por lo más preciado que ella obtuvo de ese rodaje: los consejos del director para llegar a ser directora, su verdadero sueño.
Por último, Vittorio Storaro, a pesar de no estar directamente implicado en la película, ofrece una valoración de la propuesta visual y puesta en escena de la obra maestra de Fellini: luces, sombras, blancos, negros y otros recursos utilizados como elementos de narración por parte del realizador y el director de fotografía Gianni Di Venanzo que supusieron una revolución dentro de esta arriesgada apuesta del cineasta italiano.
Esta edición en alta definición de Cameo pierde, respecto a la edición en DVD, el libro ‘Mostrar y demostrar’ de Horacio Vázquez-Rial. A cambio, la edición viene presentada en una caja negra de plástico acorde con los colores de la película y una faja de cartón que la cubre con la misma carátula y contra-carátula que en el interior.