Llegamos a las categorías mayores de los primeros premios grandes de la temporada sin un favorito indiscutible casi en ninguna de ellas. Mañana domingo sabremos quiénes son los que destacan, pero mientras tanto veamos si el análisis de las categorías de drama, dirección, guión, película extranjera y de animación nos aclaran algo.
Mejor película – drama
Como siempre ocurre en los Globos, el premio a la mejor película se presenta algo viciado por su división entre comedia y drama. Dejando apartada en aquella categoría a Marte, título a tener muy en cuenta para los Oscar, nos encontramos aquí con una interesante batalla: el clasicismo formal de la más nominada, Carol, contra el vigor de Mad Max, contra la corrección de Spotlight. Podemos relegar a las últimas posiciones a Room, que no ha logrado trascender más allá de Brie Larson, y El renacido, que no sólo tiene todas sus esperanzas en Leonardo DiCaprio sino que además se enfrenta a la sombra del año pasado, que fue el momento de fulgor de Iñárritu. Cuál de las tres primeras será la ganadora será algo que se decía, con total seguridad, por muy pocos votos por lo que hacer una predicción fiable es casi imposible. Digamos que la favorita es Spotlight porque viene de tener su momentum en otras organizaciones de premios y miremos insistentemente por el rabillo del ojo a Carol y Mad Max. Fernando de Luis-Orueta
Mejor película en habla no inglesa
Parece que este año esta categoría tiene una clara favorita. De las cinco nominadas, la que lleva más premios a lo largo de la temporada es la húngara El hijo de Saúl, una impresionante y dolorosa película sobre el Holocausto que casi obliga a vivir los horrores cometidos en el campo de concentración de Birkenau. La historia, la forma en que está contada y la omnipresente mirada del protagonista no permiten que el espectador retire ni un momento los ojos de la pantalla ni que se relaje, lo que la convierte en una de las experiencias más emocionantes vividas en el cine este año. Igualmente incómoda y fascinante es El club, quinta película del director chileno Pablo Larraín. Su grupo de sacerdotes exiliados a una casa aislada por transgredir las normas de la Iglesia se erigen como el grupo más perverso y que menos conmiseración merece, y el tono amable con notas de humor negro con el que se inicia la película va dando paso a cuestiones importantes que tienen que ver más con la fe y el compromiso religioso, y la verdad y los muros que se interponen para descubrirla. La turco-francesa Mustang es una película sobre el despertar sexual de cinco jóvenes en una sociedad en la que la libertad de la mujer no es una opción. Las jóvenes son bien distintas, y viven bajo el ala protectora y sometedora de su abuela. La frescura de las jóvenes, interpretadas por actrices noveles, el aire de melancolía, y la universalidad de los sentimientos que reflejan a pesar de las circunstancias la convierten en una película subyugante y muy bella. El belga Jaco van Dormael cautivó a medio mundo en 1991 con Totó, el héroe, y esta vez ha hecho lo propio con la divertida El nuevo nuevo testamento, una sátira irreverente sobre la vida de Dios en Bruselas, controlando las vidas humanas desde su ordenador, y su hija Ea, con poderes y ganas de cambiar cosas. Es una historia amable contada con un estilo visual muy creativo y dinámico, y deja poso, pero sus competidoras anteriores son demasiado fuertes, por lo que no es probable que dé la sorpresa. Por último, la finlandesa The fencer (Miekkailija en original) es un drama de época ambientado en Estonia durante la época de la ocupación soviética. Cuenta la historia de un hombre de mediana edad que llega a una población estona huyendo de los soviets y entra a trabajar en un colegio, donde forma un club de esgrima. Y a pesar de la belleza de la cinematografía, la historia resulta bastante convencional y predecible y el tono demasiado formal, por lo que es la más débil de las cinco nominadas. María Pérez
Mejor película de animación
Últimamente la categoría de mejor película de animación suele deparar pocas sorpresas y parece que este año seguirá la misma tónica. Como cada año un producto amado por crítica y público, Del revés, está destinado a arrasar. Sin embargo, no podemos olvidar que a los Globos de Oro les gusta dar siempre un toque de color y, siendo un grupo muy reducido, las sorpresas se dan con bastante frecuencia. Si lo comparamos con los Oscar es cierto que cuando una película ha sido aplaudida unánimemente, como parece ser este año, tiene todas las de ganar, véase los casos de Frozen, Toy Story 3 o Up en los últimos 6 años; pero también cabe destacar cómo supieron premiar a Como entrenar a tu dragón frente a Big Hero 6, que se llevaría el Oscar, o a Tíntin y el secreto del unicornio, que ni siquiera optó al premio de la academia, frente a Rango. Parece una vía libre clara para la película de película de Pixar con Carlitos y Snoopy: La película de Peanuts, El viaje de Arlo (la otra opción de Pixar y no hay que temer a la división de votos) y La oveja Shaun absolutamente descartadas. La única sorpresa podría venir de la mano de Charlie Kaufman y Duke Johnson y su película en stop-motion Anomalisa. La opción más de autor y adulta por la que podrían decantarse los Globos si deciden ponerse originales. Los premios de la crítica han repartido algo de amor para ambas, pero la cinta de Pixar se ha llevado la palma. Luis Fernández.
Mejor actriz protagonista – drama
La Asociación de la Prensa Extranjera se ha visto abocada a tomar un difícil decisión sobre la categoría de mejor actriz: optar por su habitual selección de estrellonas o sumarse a la tendencia general de este año de enfrentar un grupo de jóvenes actrices de currículum más bien escaso que han deslumbrado al resto de organizaciones de premios. Lógicamente han elegido la segunda opción porque la primera hubiera sido ridícula, así que ahora no se les puede pedir otra cosa que no sea seguir la tendencia general a la hora de escoger la ganadora. Por tanto, la primera en quedar descartada será –extraño decir esto en los Globos– Cate Blanchett por Carol (9 nominaciones, 3 Globos de Oro) eclipsada por su compañera de reparto, Rooney Mara (2 nominaciones) que, pese a haber logrado el premio en Cannes, tampoco está logrando estatuillas en esta carrera. El caso de Alicia Vikander (primera nominación) por La chica danesa es muy similar al de Felicity Jones el año pasado: la nominación ya parece un premio en sí misma para una actriz casi desconocida hasta la fecha. Saoirse Ronan (2 nominaciones) es de estas cuatro la más joven pero la que más curriculum tiene. Su trabajo en Brooklyn ha logrado los premios de los críticos de Nueva York y San Francisco, un BIFA y varias nominaciones pendientes de resolver. Pero la candidata a batir es Brie Larson (primera nominación) cuya interpretación en Room ha logrado acaparar la máxima atención y erigirse como la favorita del año. Fernando de Luis-Orueta
Mejor actor protagonista – drama
A diferencia de los Oscar, Leo DiCaprio (10 nominaciones, 2 premios) ha tenido bastante suerte en los Globos de Oro. Su primera nominación le llegó con Quién ama a Gilbert Grape en 1994 y su primer premio diez años después con El aviador. A pesar de haber ganado en la misma categoríahace dos años por su trabajo en El lobo de Wall Street, parece que este año está en cabeza de las predicciones y parte como gran favorito por el papel de Hugh Glass en El renacido, esta historia de supervivencia en ambiente hostil dirigida por Iñárritu. Por detrás, y ganando algo de fuerza, aunque no suficiente, queda Michael Fassbender (3 nominaciones, 0 premios) por interpretar a Steve Jobs, no solo dándole vida sino convirtiendo en tolerable a una persona que demostraba menos emociones que las máquinas que creaba. Eddie Redmayne (2 nominaciones, 1 premio) recibió todos los honores el año pasado por su encarnación de Stephen Hawkings en La teoría del todo, y este año parece que sus nominaciones son la resaca del triunfo del año pasado. Aunque su interpretación de Lili Elbe en La chica danesa confirma su categoría actoral, la película no tiene la suficiente fuerza como para alzarle hasta ganar al competidor más potente que es DiCaprio. Bryan Cranston (7 nominaciones, 1 premio) está intentando hacer carrera en el cine tras el megaéxito de Breaking Bad , que ya le proporcionó un Globo de Oro por su última temporada como Walter White. Lamentablemente Trumbo, la película por la que ha recibido esta nominación, no vuela a la altura de su interpretación, y no ha conseguido los apoyos suficientes. Por último, Will Smith (5 nominaciones, 0 premios) interpreta en La verdad duele a un médico forense, un inmigrante nigeriano, que descubre un grave caso contra la Liga de Fútbol Americano. Aunque el trabajo de Will Smith es mucho más sutil y matizado que en otras ocasiones, imitando el acento nigeriano con naturalidad, la película es torpe y su personaje no llega a tener la entidad suficiente debido a graves carencias del guión. María Pérez
Mejor dirección
Como ya nos tienen acostumbrados esta carrera a los premios, el cine más comercial y el indie se dan la mano una vez más en la categoría de mejor dirección. Desde George Miller, el mítico realizador australiano que consigue el hito de estar presente por su último y magnífico trabajo en el blockbuster Mad Max: Furia en la carretera, hasta Todd Haynes, nominado por la intimista y delicada historia de amor de Carol, esta categoría incluye también al reincidente Alejandro G. Iñárritu, que vuelve a la carrera de premios con El renacido, un llamativo y arriesgado trabajo de estilo a tres bandas entre el Chivo Lubezki, Leo DiCaprio y él mismo; Ridley Scott por su correcta y optimista visión de la carrera espacial en la adaptación del bestseller El marciano (Titulada Marte en nuestro país), es quizá la contendiente con menos garra de las cinco, pero sin duda es un ejercicio más que correcto, aunque poco tenga que decir frente a Tom McCarthy, responsable del que quizá sea el mejor reparto del año en Spotlight, la truculenta historia de un grupo de periodistas del Boston Globe que destapó un escándalo de pederastia que les daría el Pulitzer. Cinco trabajos muy diferentes entre sí, con mayor o menor relevancia, pero desde luego cinco nombres, y cinco resultados, que justificarían sin problema ser merecedores de la estatuilla. La solución al enigma, mañana. Pablo López Muñoz
Mejor guión
Es la categoría de los primerizos. Tres de los cinco guiones nominados este año han supuesto la primera candidatura en los Globos de Oros para quienes los firman. Pero eso no quiere decir que sean menos favoritos que el resto. Es más, uno de los títulos mejor colocados dada la buena acogida y la de premios que acumula ya a sus espaldas es Spotlight, escrito por Tom McCarthy y John Singer, nominados por primera vez por llevar a la pantalla la investigación realizada por un grupo de periodistas de Boston que puso a la Iglesia en jaque. Junto a ellos, otro de los nombres que más se oye es el de Aaron Sorkin, quien con la maravillosa Steve Jobs ha conseguido su sexta nominación. Curiosamente, solo tiene un Globo de Oro, el que ganó por La red social. El otro gran conocido y veterano de la categoría es Quentin Tarantino, por Los odiosos ocho. Para los amigos de la estadística, esta es la primera edición en la que lo nominan solo como guionista dejándolo fuera de la categoría de dirección rompiendo la tradición de sus tres ocasiones anteriores, en las que hizo doblete. Eso sí, ganar solo ha ganado como guionista, por Django Desencadenado y Pulp Fiction. El resto de debutantes son Emma Donoghue, encargada de adaptar su propia novela para la intimista Room, y Charles Randolph y Adam McKay por La gran apuesta, una película centrada en esa reducida parte del mundo a la que no sorprendió la crisis de 2008. M. J. Arias
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