Hablando de dirección, es incomprensible la ausencia de Todd Haynes y Steven Spielberg. Los que sí están nominados forman un conjunto variado de estilos e intereses que van desde el clasicismo de Tom McCarthy a la innovación de Iñárritu, pasando por la postmodernidad de Adam McKay, el dominio de la acción de George Miller y la sensibilidad de Lenny Abrahamson. Aunque raro es que el nombre escrito en la peana de Oscar sea otro distinto al del director de El renacido.
Adam McKay por La gran apuesta
Adam McKay (2 nominaciones, 0 oscar) es un autor. Sus comedias con Will Ferrell y John C. Reilly podrían considerarse como un género en sí mismas. Pero la comedia son las apestadas de los Oscar, eso ya se sabe. Por eso McKay ha tenido que llegar con una cinta sobre la crisis económica, tan brutal y tan perversa como La Gran Apuesta, para conseguir su primera nominación. Y por muy dura que sea la película, por muy dramática que sea la historia de estos tipos que se beneficiaron del colapso de la economía y ganaron millones y millones a costa de los que perdieron prácticamente todo, La gran apuesta es un ejercicio de estilo asombroso. McKay combina a la perfección el sentido del humor con la tragedia que se mastica (y que todos sabemos cómo termina). Lo que hace McKay es una apuesta por mezclar la agilidad de El lobo de Wall Street, con explicaciones a cámara y ejemplos cotidianos o excéntricos que sustituyen a la verborrea bancaria, con Margin Call, el drama colosal sobre la noche antes de que todo el sistema hipotecario petara. El director de Los amos de la noticia divierte, entretiene y consigue que se entienda lo más engorroso del sistema económico. Ya solo por esto merece la nominación, pero además también hace un gran trabajo dirigiendo a monstruos como Christian Bale, Steve Carell, Ryan Gosling o Brad Pitt (que también produce). Ganaría el Oscar si no fuera porque a Alejandro G. Iñárritu le han dado todos los premios entregables hasta ahora y porque en el segundo puesto hay un señor llamado George Miller que ha revolucionado el cine de acción en la época en la que se produce más cine de acción. Pedro Moral
George Miller por Mad Max: Furia en la carretera
Se ha convertido en el director del año, al que todos aplauden y veneran de pronto pero que ya sabe lo que es estar sentado en el patio de butacas esperando a que abran el sobre. George Miller (6 nominaciones, 1 Oscar) no solo no es nuevo en estas lides sino que esta vez compite por partida doble como ya ocurrió hace una década por Babe, el cerdito valiente. Mad Max:Furia en la carretera ha sido una de las grandes sorpresas y no por la buena acogida en la taquilla. Convertir aquella saga de los ochenta de calidad media que el mismo dirigió en una película de altos vuelos con una trama feminista tan bien hilada como cuidada y contada le ha merecido un sinfín de reverencias y que Mad Max haya entrado, liderando muchos de ellos, en algunos de los rankings más prestigiosos de lo mejor del año. Curiosamente, él fue también el director de las tres originales, que nada tienen que ver en cuanto a calidad con su hermana más joven y reconocida. La capacidad de Miller para mantener el pulso a la acción y su forma de contar las trepidantes persecuciones que son el grueso de la historia le han colocado en la palestra. Ahora todo proyecto en el que se menciona su nombre como posible hombre tras las cámaras genera más interés que antes. M.J. Arias
Alejandro G. Iñárritu por El renacido
Iñárritu se encanta. No es ninguna novedad, ya lo sabíamos. Pero si en Birdman había conseguido reunir a un puñado de personajes interesantes y bien interpretados que bailaban al son de una historia con gancho, El renacido es yo, mí, me, conmigo. Y no es que Alejandro González Iñárritu (7 nominaciones, 3 Oscar) haya hecho una mala película, ojo, pero en su adaptación de The Revenant: A Novel of Revenge prima demasiado el cómo sobre el qué, la grandilocuencia, hasta el punto de que hace al espectador salirse varias veces del relato. Dos horas y media largas de supervivencia frente a las fuerzas de la naturaleza prodigiosamente ejecutadas, con sus batallas, sus agonías y sus caminatas iluminadas por el mejor sol del que Emanuel Lubezki es capaz. Como estamos hartos de leer estos días, la clave para que la película funcione es un Leonardo DiCaprio obediente y absolutamente entregado al personaje. Con respecto a sus posibilidades de premio, el DGA (el galardón que otorga cada año el gremio de directores) y, en menor medida, el BAFTA apuntan a un posible segundo Oscar al mejor director para el mexicano. De ganar, Iñárritu conseguiría un hito mayúsculo que no se repite desde hace casi 70 años: sería el tercer director premiado dos años consecutivos, compartiendo podio nada menos que con John Ford y Mankiewicz. ¡Ay, Arriaga! Bernardo Pajares
Lenny Abrahamson por La habitación
Primera nominación al Oscar para Lenny Abrahamson, director irlandés de 39 años afincado en Hollywood que, hasta su quinto largometraje, había pasado considerablemente desaparecido. Todo ha cambiado este año gracias al éxito de Room, candidata a un total de cuatro Oscar, incluidos los de película, director y actriz protagonista. Emma Donoghue adapta su propia novela (una decisión casi siempre acertada) para ponerla en manos de Abrahamson, que ha dirigido con mano de oro a Brie Larson y Jacob Tremblay en los que, para ambos -muy fácil en el caso de él, puesto que todavía tiene nueve añitos- son los papeles de su vida. Decía Hitchcock que jamás trabajaría con niños, y Abrahamson ha venido a demostrarnos que el genio se equivocaba. Bajo sus órdenes, Tremblay ha conseguido cargar de verdad y sentimiento su personaje, alejándose de la clásica sensación de estar ante un niño que se limita a jugar frente a la cámara. Brilla tanto o más que Larson gracias a un director que ha sabido orientar su trabajo a la perfección y construir un ambiente cargado de vulnerabilidad. Ambiente a la vez claustrofóbico durante gran parte de la película, añadiendo al ya complejo trabajo la dificultad obvia que supone rodar con varios personajes encerrados en pocos metros cuadrados. A Abrahamson no le falta espacio y le sobra imaginación y precisión tras la cámara. Pocos trabajos han contado con la emoción y el acierto con el que Lenny Abrahamson ha sabido viajar de la ternura al terror, retratando el amor más profundo y sincero que existe: el de una madre. Probablemente no gane frente a pesos pesados como Iñárritu o Miller, pero bien merecido es su puesto en la lista. Alan Dameron
Tom McCarthy por Spotlight
La que parecía la gran película de consenso a lo largo de la temporada de premios se ha ido apagando y, con ella, las posibilidades de que su director Tom McCarthy (1 nominación, 0 premios) se haga con la estatuilla dorada. Autor de cine independiente que cuenta con tres cintas con grandes críticas como Vías cruzadas, The visitor y Win, Win (Ganamos todos). Ha sido, finalmente, con la cinta sobre el escándalo de casos de pederastia en Boston con la que ha conseguido colarse de forma incontestable en esta temporada de premios. La película encandiló a la crítica americana siendo la más premiada en las diferentes asociaciones y el como director consiguiendo 4 menciones, sin poder toser al gran favorito para la crítica George Miller. Los grandes premios de la industria no han reconocido su labor, aunque sí la de su reparto. Por tanto, sería un escenario poco probable el que se acabase llevando la estatuilla. Su trabajo en Spotlight es sencillo, perfectamente engrasado y sin grandes alardes. Permite que la historia avance confiando en una estructura clásica que puede recordar a otras películas como Todos los hombres del presidente o, incluso, Zodiac; y que es, a su vez, su mayor virtud y su mayor impedimento para la victoria. Si bien no se puede descarta la victoria de la película, parece prácticamente imposible que el director se haga con el premio en su primera nominación. Parece la tercera vía en caso de que Iñárritu y George Miller no generen el consenso necesario. Luis Fernández
Ganará: Alejandro G. Iñárritu por El renacido
Debería ganar: Lenny Abrahamson por La habitación
Molaría que ganara: George Miller por Mad Max: Furia en la carretera