Anne Hathaway
La boda de Rachel |
Angelina Jolie
El intercambio |
Melissa Leo
Frozen River |
Meryl Streep
La duda |
Kate Winslet
The Reader (El lector) |
Cuando el pasado septiembre Meryl Streep recibía en San Sebastián el Premio Donostia, un periodista le recordó que Bette Davis le había designado su sucesora en el trono en Hollywood. Le pidieron que diera un nombre para continuar la saga, pero ella se negó, quizá porque sentía que aún es pronto para elegir heredera (su impresionante trabajo de este año así lo refrenda). Pero entre la prensa especializada gustó la pregunta y el de Kate Winslet fue, quizá, el más repetido. Pues, precisamente, en esas estamos en estos Oscars.
{youtube}OCxpGkgFhb8{/youtube}
Ésta es la primera nominación para Anne Hathaway, una de las actrices más habituales en la gran pantalla en estos últimos años. Hasta ahora se había visto involucrada casi siempre en comedias intrascendentes, pero Jonathan Demme confió en ella para construir un personaje en las antípodas de todo lo que había hecho: una joven ex drogadicta y aplastada por la culpa. Sin ella, La boda de Rachel es inconcebible. Y así se lo han reconocido este año la mayoría de las asociaciones de críticos de EE UU. Por un momento, pareció que éste podría ser también su año en los Oscar. Finalmente no pinta que vaya a ser así, pero estamos seguros de que sólo es cuestión de tiempo.
{youtube}HIycyLDRwZg{/youtube}
Angelina Jolie, sempiterna protagonista del papel cuché, aprovecha al máximo las pocas ocasiones que Hollywood le ofrece para demostrar su valía como actriz. Lo dejó muy claro desde el principio, con Inocencia interrumpida, que le valió su primer y, hasta ahora, único Oscar. Este año, Clint Eastwood le ha ofrecido un papel hecho a su medida: si las noticias de sus adopciones y del nacimiento de su prole han dado la vuelta al mundo, en El intercambio da vida a una madre coraje capaz de enfrentarse a todo lo establecido para recuperar a su hijo desaparecido. Una pena que la película no sea redonda y su trabajo no haya sido unánimemente bien recibido pues, si bien es verdad que borda la intensidad emocional del personaje, no lo es menos que no ha logrado darle verdadera profundidad.
{youtube}AftQo1xFYbw{/youtube}
Vuelve a colación el Festival de San Sebastián: Melissa Leo arrancó allí su carrera hacia estos Oscars al alzarse con la Concha de Plata a la mejor actriz. Hasta ahora desconocida -pese a no ser ya ninguna jovencita (tiene 48 años) y llevar toda su vida trabajando en el cine y la televisión-, ha tenido en Frozen River su mejor oportunidad. Esta cinta es una de las pocas representantes del auténtico cine independiente entre las nominaciones de este año. Leo interpreta en ella a una mujer que intenta ganar un dinero fácil pasando inmigrantes clandestinos junto a una india mohawk. Su trabajo es sutil, elegante y lleno de verdad. Tiene pocas opciones de llevarse el premio, pero seguro que verse aquí ya es una gran recompensa.
{youtube}4RKywLr326k{/youtube}
De regreso a donde partía este análisis: Meryl Streep. 15 nominaciones a los Oscar. Sólo dos estatuillas (Kramer contra Kramer, 1979; y La decisión de Sophie, 1982). Mundialmente aclamada (ambos términos, en sentido estricto). Este año la hemos visto enfundarse un peto vaquero, recogerse el pelo en una coleta, lucir arrugas, cantar y bailar en Mamma Mia! Y pocos meses después, cubrirse con un severo hábito y emplear a penas la comisura los labios y un ligero movimiento de la ceja izquierda para sostener La duda. Este segundo trabajo es el que le ha acercado a su tercera estatuilla, aunque parece que al final no se la llevará por razones que expondremos un poco más abajo. Sí logró, en cambio, el premio SAG del gremio de actores y al recogerlo advirtió de una gran verdad que todos debemos tener claro en estos días de premios: “There’s no such thing as the best actress (no existe eso de la mejor actriz)”.
{youtube}ANm4sqQUsG0{/youtube}
Ella es el motivo de la previsible derrota de Meryl Streep. Kate Winslet también ha tenido dos películas este año: dos dramas extraordinarios, profundamente distintos entre sí, que le han permitido demostrar que es una intérprete con una sabiduría impropia de su edad. En Revolutionary Road desmonta la felicidad de una perfecta recién casada con la precisión de un neurocirujano. En The Reader, justo lo contrario: parte de la nada para terminar construyendo un personaje lleno de aristas, de misterio, de ambigüedad. Ha sido este trabajo el que, finalmente, se ha traducido en su sexta nominación a los Oscar, pese de los tejemanejes de los productores para que figurara como actriz de reparto. Algo totalmente inconcebible porque ella es la película. Tras ganar dos Globos de Oro, el BAFTA y un SAG, sólo podemos imaginar que será su nombre el que figura en el sobre. Y nadie podrá decir que habrá sido una victoria injusta. Nosotros también creemos que Meryl Streep tenía su nombre en la cabeza cuando le pidieron que nombrara heredera.
Quién debería ganar: Kate Winslet por The Reader (El lector)
Tu quiniela: