Sorpresa y consternación es la que se puede sentir ante la muerte de un jovencísimo actor con algún que otro destello de gran profesionalidad en sus tempranas interpretaciones. El actor Brad Renfro ha sido hallado muerto en su domicilio de California a la tierna edad de 25 años. Las causas son desconocidas pero se apunta a las drogas, dados los numerosos problemas que el chico había tenido con la ley y con los estupefacientes.
Renfro pertenecía a esa generación de actores infantiles que despuntaron a principios de los años 90. Así, como a Christina Ricci, Macaulay Culkin o Thora Birch, la fama le llegó demasiado pronto durante esa década. En «El Cliente» (Joel Schumacher, 1994) era el pequeñajo que requería los servicios de la abogada encarnada por Susan Sarandon, que se ha mostrado consternada ante el fallecimiento. Después de ese primer éxito, fue uno de los niños maltratados en «Sleepers»(Barry Levinson, 1996) y en «Verano de corrupción» (Bryan Singer, 1998) le hacía frente al mismísimo Ian MKellen. Al crecer, su estrella se apagó un poco pero aún tuvo tiempo de brillar en la muy sexual y escandalosa «Bully» (2001), del siempre polémico Larry Clark, y en una de las películas de culto de la presente década, «Ghost World» (Terry Zwigoff, 2001). En la primera era el absoluto protagonista de una dura historia en la que su novia lo manipulaba hasta llegar al asesinato, como una feroz y adolescente Lady McBeth.
Renfro pertenecía a esa generación de actores infantiles que despuntaron a principios de los años 90. Así, como a Christina Ricci, Macaulay Culkin o Thora Birch, la fama le llegó demasiado pronto durante esa década. En «El Cliente» (Joel Schumacher, 1994) era el pequeñajo que requería los servicios de la abogada encarnada por Susan Sarandon, que se ha mostrado consternada ante el fallecimiento. Después de ese primer éxito, fue uno de los niños maltratados en «Sleepers»(Barry Levinson, 1996) y en «Verano de corrupción» (Bryan Singer, 1998) le hacía frente al mismísimo Ian MKellen. Al crecer, su estrella se apagó un poco pero aún tuvo tiempo de brillar en la muy sexual y escandalosa «Bully» (2001), del siempre polémico Larry Clark, y en una de las películas de culto de la presente década, «Ghost World» (Terry Zwigoff, 2001). En la primera era el absoluto protagonista de una dura historia en la que su novia lo manipulaba hasta llegar al asesinato, como una feroz y adolescente Lady McBeth.
Con la muerte de Renfro se produce otro de esos ejemplos de niños prodigio que acaban teniendo una desastrosa transición a la etapa adulta, que en este caso ha derivado en su fallecimiento. Si Drew Barrymore supo reciclar su imagen a tiempo o Marisol (hoy sólo Pepa Flores) supo huir del estereotipo de heroína infantil explotada y manipulada por productores y ejecutivos, personalidades como Judy Garland o Natalie Wood siempre cargaron con la losa de no haber tenido una infancia «normal»…Renfro pertenece ya a este grupo y a esa «generación Culkin» que no siempre ha dado como fruto a grandes estrellas o a grandes actores (el apellido que denomina dicha generación es el ejemplo perfecto). Descanse en paz…
Un video hecho por un fan cuando el actor cumplió 25 años. Nadie podía adivinar que sería su último cumpleaños.