LA REINA DEL TUNING (Crítica de "Yo soy la Juani", Bigas Luna, 2006)

Con una campaña promocional que incluía un cásting a escala nacional para encontrar a la «Juani» perfecta en una especie de búsqueda patria de Scarlett O’Hara y una rompedora página web, encaraba Bigas Luna su última película. El tiro le ha salido bien aunque no haya roto las taquillas como esperaban sus productores.
La «Juani» es el nuevo prototipo del feminismo según Bigas Luna y, como en el resto de sus películas, se manifiesta a través de una marcada sexualidad. Luna cree que las jóvenes del extrarradio que ven cómo sus compañeros tunean coches, visten con pendientes de aros y pintadas como una puerta son la nueva seña de identidad de la joven de hoy. Su personaje huye de un entorno hostil y un novio machista para irse a Madrid con una amiga y con un sueño: ser actriz. Pero por el camino se irá dando cuenta de que no es oro todo lo que reluce y, aunque la huída de sus deprimentes orígenes siempre será un acto de valentía, el futuro se presenta incierto (y abierto a una secuela que no sabemos si llegará alguna vez)
El problema de la película es que no sabe si ser abiertamente comercial o apostar por el retrato social de este tipo de juventud que se ha convertido en toda una tribu urbana de esta década a ritmo de reaggeton, hip hop y cierto mal gusto. La película corre a ritmo de videoclip desvergonzadamente esteticista, con pantallas que se llenan de mensajes de teléfono móvil y escenas de compras a ritmo dance. En cierto modo es rompedora en lo formal y tremendamente entretenida, pero también profundamente vacía.

Los chicos, encabezados por un exagerado Dani Martín del «Canto del loco» son estereotipos machistas y estúpidos bordeando el ridículo y los pocos atisbos de realidad social que podrían beneficiar la cinta a través de personajes como los padres de «la Juani» se quedan en el mero apunte. Afortunadamente para el filme queda una Juani de mirada rasgada y doliente, una Verónica Echegui que puede convertirse en una grandísima actriz si ella quiere y que es, con diferencia, lo mejor de toda la película.

VALORACIÓN:


Videoclip de Mala Rodríguez aparece (sin mucho sentido) durante la película