"LOS SIMPSON: LA PELÍCULA" (David Silverman, 2007):La familia amarilla se pasa al cine

Fue en 1987 cuando unos personajes amarillos aparecieron por primera vez en «El show de Tracey Ullman». Esos pequeños espacios de humor animado, obra del dibujante Matt Groening, se acabaron convirtiendo en una serie continuada a partir de 1989. En nuestro país fue la 2 de TVE la que emitió la serie por primera vez en las madrugadas de 1990. Después, Antena 3 se hizo con los derechos de esta mina de oro que emiten a diario con mil repeticiones de los mismos capítulos. El fenómeno de «Los Simpson» es bastante curioso: una serie de humor irreverente, crítico e inteligente, que se acaba convirtiendo en fenómeno de masas con promociones en una famosa cadena de restaurantes de comida rápida incluído. De hecho, la promoción para el paso al cine de la famosa familia y los habitantes de Springfield es una auténtica obra maestra publicitaria, con posibilidad de «simpsonizar» la fotografía de cualquier persona si se accede a la página web oficial.


El fenómeno de masas se produjo a medida que la serie se iba convirtiendo en una parodia de sí misma (a finales de los 90) y a medida que las patochadas y el humor gráfico de Homer, el desastroso y ya mítico padre de esta disparatada familia, fue sustituyendo a ese humor seco, franco y a veces cruel del que gozaba la serie en sus inicios. Sí, puede que la animación fuese peor, que no hubiese tanto cúmulo de historias surrealistas e imposibles, pero la serie era mucho más honesta, divertida y rompedora en sus inicios. Por esa misma razón, si la película de «Los Simpson» se hubiese estrenado a principios o mediados de los 90, habría resultado fresca y original. En 2007 resulta un episodio alargado y con los mismos defectos que acarrea la serie desde hace varios años.

No por ello dejan de tener virtudes estos 80 y pico minutos de placer cinematográfico. Homer provoca que su ciudad sea aislada por el gobierno americano y debe salvarla a toda costa para no ser el egoísta que Marge y toda su familia cree ver. Ese es el argumento básico por cuyo discurrir veremos una y mil parodias y referencias a películas famosas ( desde «Titanic», pasando por «Spiderman» reconvertido en cerdo o «La Cenicienta» y otras cursilerías disneyanas)y al llamado «cine de montaña rusa». De hecho, las escenas más espectaculares, como la huída de un Bart desnudo por las calles o los habitantes de Springfield a punto de linchar a Homer, son una prueba de la gran cantidad de ordenador y 3D que se ha utilizado en la película para diferenciarla de su hermana pequeña televisiva. pero, diferencias aparte, la película critica al gobierno americano, pone el punto de mira en la moda de Hollywood por el medio ambiente y construye gags visuales de una rapidez e inteligencia a prueba de bombas. El propio Homer se pregunta al inicio del film quién sería tan estúpido de ver pagando algo que puede ver gratis en la televisión. Sin embargo, el hecho insólito de ver los famosos créditos y la sintonía de la serie en pantalla grande ya vale el precio de la entrada de una película que debería plantear una cuestión fundamental en sus creadores : ¿Están gastadas las historias de la familia Simpson?…

VALORACIÓN:

Trailer en español de la película