‘Dos más dos’, una película «de género mayor» con la que se despide Alta Films

La comedia argentina Dos más dos ha llegado este largo fin de semana a las carteleras españolas después de arrasar en su país de origen. Protagonizada por Adrián Suar, retrata a un matrimonio que recibe una oferta que hará temblar las bases de su relación: hacer un intercambio de pareja. El director de la cinta, Diego Kaplan, y su productor y coguionista, Juan Vera, presentaron Dos más dos en el reciente Festival de Málaga.

Pregunta: La película aborda el sexo de una forma totalmente desenfadada, sin moralina y sin enfermedades.
Diego Kaplan: No otra chance. Si uno se pone a hablar de esto, el único ángulo posible es digamos cierta frescura, porque si no parecería como que estás juzgando, ¿no?

P: ¿En qué momento se sabe que un guión de comedia funciona?
D.K.: Siempre se sabe siempre. Al menos, a mi nunca me salió un éxito sin que lo supiese porque uno mismo es el primer público. Cuando te ríes, sabes que van a terminar riéndose.
Juan Vera: El éxito de una película depende de tantas cosas… No sólo de que el guión esté bueno, la dirección esté buena y los actores sean buenos. Hay que conseguir una combinación de factores: la comunicación, el cartel, el momento… Con Dos más dos sabíamos que una vez que el público entrara al cine la película iba a gustar, porque primero de todo te hacía reír, y después si te hace pensar, mejor todavía.

P: ¿Cómo es el trabajo con los actores en una comedia como esta? ¿Es riguroso o desenfadado o…?
D.K.: Porque uno haga una comedia no la pasa mejor en el rodaje. La tensión siempre es similar, no importa cuál sea el género. Claro que no cualquier actor puede hacer comedia, y hay gente que apenas se prende la cámara, y sin que hayan empezado a hablar, ya te están haciendo reír. Tienen ese toque. Fue un poquito el caso.

P: Aquí la comedia no viene de hacer payasadas sino de algo mucho menos tangible…
D.K.: Para mi lo más importante siempre es que te encuentres como espectador reflejado en una película. Eso quiere decir que los personajes tienen que tener una cargadura particular. Para mi es el género mayor, pero no me gustan las comedias de personajes que no hacen pie, que no son humanos. Uno ve a Chaplin o a Buster Keaton y ya se entiende que para afectar al espectador esa persona tiene que existir.

P: Y el espectador tiene que reconocerse…
J.V.: Exactamente. En esta película todos somos Adrián Suar.

P: Aquí la pareja cómica del protagonista más que su mujer, es su amigo, interpretado por Juan Minujín.
D.K.: Además, para el público argentino Juan Minujín era prácticamente desconocido. Y eso reforzó muchísimo el personaje de Adrián, que es súper popular. En ese sentido, me da la impresión de que fue muy conveniente que estuviese Juan, porque se llevan muy bien y a la vez cuando lo ves te das cuenta de que él es el personaje, porque no hay un nombre que te interrumpa esa conexión, no?
J.V.: Y, a parte, también buscábamos que una lectura de la película fuera, además de cómo sobrevivir al desgaste de una relación de pareja, también cómo sobrevivir al desgaste de una relación amistosa. Qué pasa con estos tipos que son socios y amigos de hace 15 años y también se ven sometidos a las mismas lecciones que cualquier relación muy cercana.

P: En Argentina el público tiene las referencias de quiénes son esos actores, y sin embargo fuera no las tenemos. ¿Eso cambia la película?
D.K.: Absolutamente. Me interesa mucho que no estén frenados por quién es el actor, porque no es lo mismo verla para el público nacional que afuera.. A Adrián aquí no lo conocen demasiado.
J.V.: Pasa lo mismo con el personaje del gurú sexual, que tuvo un programa de televisión que rompió con la forma de hacer humor en argentina. Es un personaje de culto para el sector… Muchas veces se le pone para salvar la película porque es muy cómico y tiene un gran manejo de la improvisación.

P: Dos más dos llega a España de una forma un tanto particular: es la última película de la distribuidora Alta Films, que cierra….
D.K.: Nos enteramos cuando ya estábamos aquí y la verdad es que desilusiona mucho, por otro lado también tiene que ver con un contexto global.. Es un momento complicado para la industria en todos los lugares. Es lamentable que eso suceda pero hubiese sido mucho más lamentable que suceda después de estrenarla, porque nos hubiésemos sentido responsables..
J.V.: Fue una sorpresa y también una tristeza. Hice una película que distribuyó Alta aquí, El hijo de la novia, y conozco muy bien la historia y la importancia que tiene y ha tenido para el cine latinoamericano y para el cine español. Lo lamentable es que le esté pasando a gente que ama el cine.