Cada noche, Ángela (Manuela Velasco), una joven reportera de una televisión local, sigue con su cámara a un colectivo distinto. Esta noche les toca a los bomberos, con la secreta esperanza de poder vivir en directo un impactante incendio. Pero la noche transcurre extremadamente tranquila. Y cuando por fin reciben la llamada de una anciana que se ha quedado encerrada en su casa, no les queda otro remedio que seguir a un grupo de bomberos durante su ”misión“ de rescate. En el edificio donde vive la anciana, los vecinos están muy asustados. Demasiado. La mujer, encerrada en su piso, lanza unos gritos desgarradores… Los bomberos destrozan la puerta y, seguidos por Ángela y el cámara, encuentran a la anciana seminconsciente, rodeada por decenas de gatos. De pronto, la mujer se lanza sobre un bombero, mordiéndole salvajemente, delante de los incrédulos compañeros y del objetivo de la cámara. Es sólo el inicio de una larga pesadilla y de un dramático reportaje único en el mundo: cuando los otros bomberos se llevan al herido, descubren que la única salida del edificio está bloqueada por las autoridades. El edificio ha sido puesto en cuarentena. Parece que un extraño virus se ha propagado en el interior.