Sonrisas y lágrimas

María quiso ser monja desde niña, pero llegada a una cierta edad se da cuenta de que no era todo como ella pensaba. Abandona el convento y la mandan a la casa de un capitán naval retirado, el capitán Von Trapp, para cuidar de sus hijos. Éste enviudó hace siete años y es padre de siete traviesos hijos. María pronto se dará cuenta de que todo lo que necesitan los niños para cambiar de actitud es un poco de cariño.