Terminator Salvacion: el futuro comienza (un título de los más profundo) nos sumerge en una realidad post-apocalíptica en la que un hombre, John Connor (Christian Bale), lidera la resistencia por la supervivencia de la especie frente a las máquinas de Skynet. La aparición de Marcus (Sam Wothington), un extraño híbrido de humano y máquina, condicionará la estrategia del clan subversivo. Esta nueva entrega de la franquicia se aleja de los argumentos narrativos y dramáticos de las películas de Arnold Schwarzenegger para proponer un gore espectáculo visual y sonoro. En efecto, la película se ahoga en una inacabable ristra de acción y efectos visuales (impresionantes por cierto y con posibilidades de entrar en los Oscar). En este sentido, el argumento y el elenco actoral tampoco dejan muchas esperanzas de salvación. Christian Bale, al que siempre veo haciendo el mismo papel y del que nunca me creo nada, está como siempre, frío y cabreado. La pena que me da es ver dos jóvenes promesas hacer caja como son Bryce Dallas Howard (de papi-superproducciones a hija de cuidada filmografía) y Anton Yelchin, un chiquillo de origen ruso y de padres olímpicos al que le tengo echado el ojo desde Corazones en Atlántida (2001) y que sale también en Star Trek.
La sorpresa de la elección de Danny Elfman para componer esta nueva Terminator fue mayúscula. No tanto si nos atenemos a su reciente gancho para las cintas de acción como Hellboy II o Wanted. Quizás la sorpresa estaba en que venía a sustituir al antiguo compositor asignado para tal tarea: Gustavo Santaolalla (!!). No sé a quien en su sano juicio se le ocurriría dar una bombástica propuesta de acción a Santaolalla, conocido por su ¿estilo? minimalista y silencioso. No sé si porque se vio abrumado por tal proyecto o porque desde que ganó dos Oscars no ha vuelto a hacer nada, el caso es que el argentino se desvinculó de la película. Afortunadamente para nosotros un compositor, en este caso, Danny Elfman, toma las riendas de las máquinas musicales (llámense sintetizadores) y las pone a trabajar junto con la orquesta para crear un ambiente oscuro, impactante y frenético. Con un material como el de esta película (saltos, estruendos, sangre y demás) no cabe esperarse un desarrollo profundo o dramático de la música así que Elfman simplemente se propone acompañar la acción y redimensionarla acústicamente. Por tanto, si el mismo Elfman no se propone hacer un trabajo completo (más bien porque no puede no porque no quiera) yo tampoco me planteo este score como uno de altos vuelos.
El reto está en saber si cumple o no con el cometido. Y siguiendo su reciente línea de resurgimiento creativo podemos decir que sí supera las expectativas. Elfman construye una banda sonora bastante incidental cargada de recursos percusivos y sonidos metálicos. El famoso tema de
Terminator de Brad Fiedel, que Marco Beltrami reincorporó en la tercera entrega, es absolutamente aniquilado para que no contamine la esencia de esta partitura. Una decisión acertada, puesta la película de este
Terminator poco se parece a las anteriores. Lo que no me explico es que reaparezca en la película por inspiración divina cuando Elfman no la mete en el
soundtrack. ¿Decisiones de marketing? El caso es que Elfman compone su propio tema, ‘Opening’, una impactante pieza, en su más puro estilo
El planeta de los simios, con esas sonoridades tan eclécticas, aunque bastante eficaz y que sin ser nada destacado, tampoco abandona un agradecido nivel orquestal. Esta línea musical estruendosa se extiende desde esta primera pista hasta la última, ‘Salvation’ sin que Elfman consiga constituir una esencia musical que identifique el universo de
Terminator. Sólo unas puntadas de tranquilidad, que representan la esperanza y el amor, están desarrolladas a través del minimalismo de una guitarra española, sin que esta adquiera momentos de gran belleza. Es curioso cuanto menos lo que estos momentos se parecen por ejemplo a ‘Iguazu’, de Santaolalla para
El dilema (1999), una pista que nos indica que Elfman, voluntariamente o no, ha decidido incorporar parte del esfuerzo del argentino. El disco se cierra con la canción ‘Rooster’ de Alice in Chains, que si bien no desentona no deja de ser la típica canción para promocionar la película (y de paso a su artista) en la MTV.
Pese al buen discurrir del discurso musical no podemos obviar la propuesta monotemática del compositor para esta Terminator, que no aporta nada estilísticamente nuevo y que además retoma líneas de sus fantasmas oscuros del pasado (crisis de creatividad musical) como El planeta de los simios. Con todo, Danny Elfman es Danny Elfman y no puede evitar salir con dignidad de ciertos trabajos a primera vista poco fructíferos. Si lo comparamos con sus obras maestras, esto es la más absoluta atonalidad pero si pensamos que es la música de una mala precuela de Terminator, la verdad es que está bastante bien y tiene dotes de grandeza. Ahora que sabemos que Danny Elfman delegará la música de 9 en su discípula Deborah Lurie (aunque dicen le ha dejado ya compuestos un par de temas) sólo nos queda escucharle en Taking Woodstock de Ang Lee (cuya música probablemente quede empañada por clásicos de la época) y El hombre lobo, una gore y oscura adaptación del clásico con Benicio del Toro y Anthony Hopkins. Tendremos, por tanto, que esperar a esta última para ver si el compositor nos regala algo interesante.
Pistas
1. Opening (06:01) 2. All Is Lost (02:45) 3. Broadcast (03:19) 4. The Harvester Returns (02:45) 5. Fireside (01:30) 6. No Plan (01:43) 7. Reveal / The Escape (07:44) |
8. Hydrobot Attack (01:49) 9. Farewell (01:40) 10. Marcus Enters Skynet (03:22) 11. A Solution (01:44) 12. Serena (02:27) 13. Final Confrontation (04:14) 14. Salvation (03:05) 15. Rooster, Alice In Chains (06:16)
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