GOYATLÓN 2012: Efectos especiales

GOYATLÓN 2010: Efectos especiales

A pesar de que ha sido un año particularmente poco prolífico en España para el cine de género o fantástico, que suele reinar en esta categoría, sorprenden la ausencia de títulos como La herencia Valdemar, que debería haber recibido una nominación aunque sólo sea por el esfuerzo técnico volcado en ella. En su lugar nos encontramos con las sospechosas habituales de esta gala. Aunque algunas están aquí verdaderamente por méritos propios.

GOYATLÓN 2010: Efectos especiales

Ferrán Piquer y Reyes Abades por Balada triste de trompeta

Hablar de efectos especiales en España es hablar de Reyes Abades. Es el nombre en el sector. Lleva trabando más de 30 años en la industria (comenzó allá por el 81 con Carlos Saura en Deprisa, deprisa) y ya tiene la friolera de 9 goyas (de 34 nominaciones; sí, Abades está más que acostumbrado a competir consigo mismo) en su haber, el último hace cuatro años por El laberinto del fauno. Uno de sus 9 cabezones fue fruto de su colaboración con Álex de la Iglesia por El día de la bestia. Este año repite con el director en Balada triste de trompeta, junto a Ferran Piquer, una generación más joven y representante de los nuevos vientos en el sector. Para Piquer es su tercera nominación (tras Salvador Puig Antich y Camino). Si hay una película que merece estar aquí este año es ésta. Su espectacularidad bombeada a base de tiroteos y explosiones varias es increíble y la recreación de la Cruz de los Caídos está a la altura de las superproducciones de Hollywood. Muy mal se tiene que dar para que Piquer y Abades no ganen el 13 de febrero.

GOYATLÓN 2010: Efectos especiales

Gabriel Pare y Álex Villagrasa por Buried (Enterrado)

Lo curioso de la candidatura de la peli española sorpresa del año, Buried (Enterrado) son las dos personas que la componen. Mientras Alex Villagrasa es un joven catalán curtido ya en el sector y con un gran futuro por delante (trabajó en las dos entregas de Rec, por las que ya fue nominado al Goya, y formará parte del equipo técnico de Red Lights, lo próximo del director Rodrigo Cortés), Gabriel Pare es un director artístico y Buried es su primera película. Lo cual tiene bastante lógica en el fondo, teniendo en cuenta el carácter particular de la cinta. El espacio (la caja) es un elemento más a la hora de componer los efectos especiales y es de cajón que Pare y Villagrasa han debido estar trabajando codo con codo. De todas formas, aparte de algún truco fotográfico (y una serpiente infográfica), el conjunto es discreto aunque efectivo. Si Buried da la sorpresa (y no sería nada descabellado tras los Forqué) y gana en los premios principales, éste podría ser uno de los Goya de arrastre que se lleve.

GOYATLÓN 2010: Efectos especiales

Marcelo Siqueira y Raúl Romanillos por Lope

El director brasileño Andrucha Washington ha querido colaborar con su compatriota Marcelo Siqueira, reputado profesional con más de 30 títulos en su haber ejerciendo labores de posproducción y efectos visuales. Pero por estos lares conocemos mucho más a Raúl Romanillos, que lleva casi 20 años trabajando (empezó con Álex de la Iglesia en Acción mutante) y tiene ya cinco goyas; entre ellos encontramos sus colaboraciones con Javier Fesser (El milagro de P. Tinto, Mortadelo y Filemón) o títulos tan relevantes como Nadie conoce a nadie y La comunidad. Si Lope tiene momentos verdaderamente espectaculares se debe a la labor de estos dos señores, que hacen creíbles y emocionantes las secuencias de los duelos y que son responsables de los efectos que ayudan en la recreación de calles y paisajes del siglo XVI. Un trabajo de nota, pero que carece de la garra o sorpresa de otros candidatos este año.

GOYATLÓN 2010: Efectos especiales

Juanma Nogales y Gustavo Harry Farias por También la lluvia

Juanma Nogales lleva una década dedicandose a los diseños digitales de un buen puñado de películas españolas aparentemente poco relacionadas con los efectos especiales (El baile de la Victoria, Oviedo Express, La zona…) pero que siempre requieren de algún retoque o efecto físico. Su labor puede parecer imperceptible, pero ahí está. Su compañero Gustavo Harry Farias está curtido en coproducciones europeas como El perfume o Lucky Luke. Con También la lluvia consiguen ambos su primera nominación a un Goya por un trabajo en el que lo más destacado son las secuencias de las revueltas callejeras en el último tercio de la película. Una labor correcta pero claramente inferior a la de sus competidoras en la categoría.
Ganará: Balada triste de trompeta

Debería ganar: Balada Triste de trompeta

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