Balada triste de Trompeta

GOYATLÓN 2010: Sonido

La categoría de sonido cuenta este año con las cuatro repetitivas nominadas. Las mismas cuatro películas que se baten por el premio mayor, compiten igualmente en esta categoría, merecidamente o no. Sin duda son cuatro ejemplos muy diferentes del sonido, pero está claro que sólo puede quedar una.

Balada triste de Trompeta

Charly Schmuckler y Diego Garrido por Balada triste de trompeta

La primera de ella es la de Balada Triste de Trompeta, un filme que usa y abusa del sonido en su estruendoso metraje y que no reniega de su artificialidad en pos de lograr unas imágenes potentes, que reflejen un sentimiento y una reacción en el público a toda costa. Lo cierto es que lo consigue bastante satisfactoriamente, es sin duda una de las favoritas.

Buried (Enterrado)

James Muñoz, Marc Orts y Urko Garay, por Buried (Enterrado)

Enterrado supone la más justa y clara favorita de estas nominaciones. Ya desde su planteamiento, poder reflejar el sonido tan característico y concreto del universo en el que el personaje de Ryan Reynolds se maneja, con tantos cambios físicos que implican cambios en el sonido, es un mérito digno de premio, pero lo verdaderamente sorprendente y gratificante de esta nominación es que y que consiga transmitir la claustrofobia del personaje al espectador y hacer parecer la sala de cine un gran ataúd enterrado.

Pa negre

Ricardo Casals, Fernando Novillo y Dani Fontrodona por Pa negre

Pa negre es una historia dura, áspera, agridulce, de trama oscuro y tenebrosa, y así se refleja en su banda sonora, que reproduce fidedignamente los sonidos del bosque y sus alrededores, para crear un universo sonoro en el que los animales también están muy presentes, en concreto los pájaros que cría la familia protagonista. Un trabajo naturalista, más discreto que otras propuestas, pero igualmente nada desdeñable.

Tambien la lluvia

Pelayo Gutiérrez, Nacho Royo-Villanova y Emilio Cortés por También la lluvia

Como en la anterior, También la lluvia tiene unos claros universos sonoros en sus diversas localizaciones y momentos, la historia de Costa y Sebastián en la lucha por levantar su película durante la revuelta del agua en Cochabamba tiene un trabajo de sonorización discreto, correcto, funcional, pero nada desdeñable, ya que además de reflejar los hechos ocurridos, también debe servir de canalización para la empatía del espectador en cuanto a ambientes y situaciones. Su propósito lo consigue, ahora hay que saber si esta discreta propuesta conseguirá levantar el vuelo por encima de las resultonas favoritas.

Ganará: Balada triste de trompeta

Debería ganar: Buried (Enterrado)

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