OSCATLÓN 2012: Montaje

GOYATLÓN 2011: Montaje

Hasta siete veces llegan a competir en las categorías técnicas de los Goya de este año las cuatro mismas películas que en este caso nos ocupan, lo que viene a demostrar la tendencia que tiene la Academia española a acumular nominaciones para las mismas cintas, dejando de lado otros trabajos interesantes en este caso como los de VerboMientras duermesIntruders. Aunque los nominados a mejor montaje de este año son, desde luego, cuatro trabajos sobresalientes.

{youtubejw width=»600″ height=»369″ img=»goyatlon/2011/montaje1.jpg»}EmmEKxoiWGE{/youtubejw}

David Gallart por Blackthorn, sin destino

Tras ganar hace cuatro años por ese soplo de aire fresco para el fantástico español que fue Rec, Gallart consigue su segunda nominación a un Goya por otro título eminentemente de género. En Blackthorn, sin destino contribuye a dotar a la película de ese ritmo pausado que caracteriza al western, salpicado de unos momentos de tensión y violencia que consiguen dejar al espectador agarrado a la butaca. Tras experimentar con el montaje aplicado al rodaje de cámara en mano que tan bien le funcionó en la saga de infectados de Jaume Balagueró, éste giro al clasicismo no hace más que confirmar la versatilidad del catalán. ¿Conseguirá el día 19 su segundo cabezón?

{youtubejw width=»600″ height=»369″ img=»goyatlon/2011/montaje2.jpg»}RyOQ8F1S7no{/youtubejw}

Elena Ruiz por Eva

Elena Ruiz vuelve a competir contra Gallart por un Goya tras perder contra él por su trabajo en el exitazo de El orfanato. Desde entonces ha trabajado principalmente en televisión, aunque suyo es también el notable montaje de una de las películas fallidas de este año: Verbo. En Eva apuesta también por una narrativa más clásica que acompaña perfectamente a la puesta en escena de Kike Maíllo y potencia la fotografía de Arnau Valls Colomer. En un relato que, temáticamente, mira al futuro, se agradece que el estilo evoque el trabajo de genios de las últimas tres décadas, como Michael Kahn. 

{youtubejw width=»600″ height=»369″ img=»goyatlon/2011/montaje3.jpg»}PjE6pJ8PoVk{/youtubejw}

José Salcedo por La piel que habito

Y de las nuevas generaciones concretadas en la escuela catalana, pasamos a uno de los montadores más emblemáticos de la industria española. Salcedo consigue, con La piel que habito, su decimotercera nominación a un Goya, de las cuales logró concretar tres: Mujeres al borde de un ataque de nerviosTodo sobre mi madreNadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto. Su trabajo, como siempre, es excelente, aunque se ve lastrado por la estructura de un guión imperfecto. Aun así, gracias a la simbiosis que ha conseguido cimentar con Almodóvar tras más de dos décadas trabajando juntos, es todo un lujo ver cómo ayuda a pulir el hipnótico estilo visual del manchego.

Pablo Blanco por 'No habrá paz para los malvados'

Pablo Blanco por
No habrá paz
para los malvados

Pablo Blanco lleva 20 años demostrando que es uno de los montadores más versátiles del panorama nacional, colaborando con directores de lo más interesantes: desde Juanma Bajo Ulloa (Alas de mariposaLa madre muertaAirbagFrágil), Miguel Albaladejo (Cachorro, Rencor), Mariano Barroso (Los lobos de WashingtonKasbah) a Enrique Urbizu (La vida mancha y la que nos ocupa: No habrá paz para los malvados). Inexplicablemente llevaba 14 años sin ser nominado desde que ganase su único Goya por Airbag, y ha regresado por todo lo alto gracias a su trabajo en este thriller magnético que construye toda su tensión gracias al impecable trabajo de Blanco. Muy probablemente se lleve el premio dentro de tres semanas. Y nosotros no le pondríamos ninguna pega al respecto.
Ganará: No habrá paz para los malvados

Debería ganar: No habrá paz para los malvados