GOYATLÓN 2011: Dirección de producción

GOYATLÓN 2011: Sonido

Sólo hay una cosa segura en estos premios, y es que Marc Orts tiene muchas probabilidades de llevarse un Goya a casa el domingo por la noche; en concreto, un 75%. Por lo demás, la indudable calidad técnica de las cuatro nominadas y la disparidad de universos sonoros creados en ellas podría hacer de esta categoría una de las menos previsibles de la noche de autos.

GOYATLÓN 2011: Sonido

Daniel Fontrodona, Marc Orts y Fabiola Ordoyo por Blackthorn, sin destino

De todas las nominadas, Blackthorn es la que tiene un trabajo de sonido más elaborado. No sólo se tenían que crear unos paisajes sonoros ricos y cambiantes y acentuar la fuerza y preciosismo de los diálogos, sino que tenían que aportar originalidad a, por ejemplo, las secuencias de tiroteos para despegarlas de otras películas del género. Además los sonidistas quisieron dar a los caballos personalidad propia a través del sonido para que fueran una especie de prolongación del personaje al que acompañan en su viaje. Es particularmente impresionante la recreación de “no sonido” en el altiplano boliviano, donde hay una ausencia de elementos reales que sirvan de referencia sonora, salvo un viento silencioso.

eva

Jordi Rossinyol, Oriol Tarragó y Marc Orts por Eva

Eva plantea dos mundos sonoros antagónicos que se van mezclando y evolucionando a medida que se desarrolla la historia. Por un lado está el mundo futurista, y por otro el de las relaciones humanas, y así está compuesto el trabajo de sonido de Eva, con sonidos de tecnología y de naturaleza. Pero la idea que subyace es que en el futuro las emociones humanas van a seguir siendo las misma, así que los mundos sonoros opuestos se van integrando, facilitando que en muchos momentos el espectador empatice más con los androides que con los humanos. Y por otro lado, todos los sonidos de los robots están creados con objetos cotidianos (batidoras, grapadoras, muelles, sacapuntas, canicas..) , con el objetivo de que fueran creíbles, cercanos, y que pudieran convivir con elementos reales como la nieve y el viento, y que nada se saliera de tono, creando un mundo sonoro sutil y delicado.

pielquehabito

Iván Marín, Marc Orts y Pelayo Gutiérrez por La piel que habito

La utilización más conservadora del sonido entre las cuatro nominadas pertenece a la película de Pedro Almodóvar. El sonido es técnicamente perfecto, sin fisuras, al servicio de la película por completo, pero sin aportar nada extraordinario: la interacción entre texturas y tonalidades sonoras, los diálogos y las interpretaciones es intachable, y el diseño de los ambientes y de los efectos es elegante y muy eficaz, sin más: pasa de un diseño sonoro más naturalista en la fiesta y el exterior de la finca, a otras más expresionistas, como en las escenas de la cueva. Merece la pena destacar la recreación sonora del laboratorio, la textura sonora de la piel sintética, el corte de los bisturíes en la piel, y es una lástima que la edición de la música tape en muchas ocasiones estos efectos.

nohabrapaz

Licio Marcos de Oliveira, Ignacio Royo-Villanova e Ignacio Royo Villanova por No habrá paz para los malvados

Lograr que los silencios sean tan interesantes como los diálogos y estén en equilibrio. Hacer que los sonidos de una película apoyen el guión y que no resten ni un ápice de la eficacia de este thriller árido, implacable, con una ciudad y un paisaje humanos que parecen más feos y horrísonos que nunca, son cosas que consiguen un equipo formado por dos veteranos como Lício Marcos de Oliveira (4 nominaciones) e Ignacio Royo_Villanova (6 nominaciones), que en perfecto engranaje con la espléndida banda sonora de Mario de Benito, crean un mapa sonoro de Madrid e interiores que la acompaña en elegancia y eficacia, sin resultar excesivo ni cargante, un defecto en el que muchas veces se incurre dentro de este género.

Ganará: No habrá paz para los malvados

Debería ganar: No habrá paz para los malvados