Cuatro directores, cuatro géneros, cuatro miradas diferentes. Todos los componentes de esta categoría ya conocen lo que es estar nominado al Goya, aunque solo uno de ellos lo ha ganado en esta categoría. Las nuevas generaciones vienen pegando fuerte, pero siempre hay hueco para reconocer a la vieja escuela. Si no fuera por los diferentes reconocimientos previos a las cintas y partieramos de cero, probablemente ésta sería la categoría más complicada de decidir, y aún así, aún no hay nada claro. Repasemos los méritos de estos cuatro directores para intentar vaticinar qué ocurrirá el próximo domingo.
Pablo Berger por Blancanieves |
María Pérez Después de la doble nominación por su ópera prima Torremolinos 73 (mejor dirección novel y mejor guión original) en 2004, Pablo Berger vuelve a conseguir 8 años después una triple (mejor dirección, mejor guión y mejor canción) por una fábula preciosista basada en el cuento de Blancanieves de los Hermanos Grimm, extrapolando castillos y bosques, brujas, cazadores y espejitos mágicos al mundo de los toros y de las atracciones de feria. Y aunque ese traslado de ambientes y personajes se queda en eso, sin ir más allá, el talento de Berger se vuelca en la definición perfeccionista de una especie de “expresionismo folklórico” decadente, nostálgico y estilizado, centrado en la figura de la malvada madrastra Encarna. La película está realizada a mayor gloria del tópico y del estereotipo; es un cuento flamenco de hadas, sin más pretensiones, y el mayor logro del realizador es haber creado un conjunto coherente de fotografía, vestuario, maquillaje, montaje, música y dirección artística que colaboran a ese gran fin de esplendoroso y fascinante resultado. |
Fernando Trueba por El artista y la modelo |
Fernanod de Luis-Orueta Es fácil trazar los paralelismos entre la premisa de El artista y la modelo y su propio autor: el retrato del proceso de creación de un veterano (e idealizado) escultor y la relación con su musa. Pero hay más: su adorada Francia, el ocaso de una era, las mujeres en sus diferentes edades, el pensamiento progresista y un cierto pesimismo general que lo invade todo. Por todo ello, no parece arriesgado concluir que estamos ante la película más personal de Fernando Trueba. Y eso trasluce en cada fotograma, en cada secuencia. Todo es sutil y liviano en su forma de contar, buscando un tono ligeramente poético sin que se llegue a producir una ruptura con lo verosímil. Lo único que se le puede reprochar a Trueba es que el resultado final pueda resultar impostado, un ejercicio de estilo afrancesado y algo frío. Pero no cabe duda de que El artista y la modelo es una cinta impecable. |
Alberto Rodríguez por Grupo 7 |
Pablo López Ésta es la segunda nominación al Goya para Alberto Rodríguez, que tras 7 vírgenes y After, que obtuvieron dispersas nominaciones en sus respectivos años, por fin ha conseguido afianzar su posición de director de grandes proyectos con este retrato de la Sevilla pre-Expo ’92. Su labor de director de actores, de la que ha hecho buena gala en sus anteriores trabajos, conjuga a la perfección en esta ocasión con una labor más enfocada en algunos segmentos a la acción y el thriller con un componente añadido y poco habitual en estos casos de concienzuda verosimilitud del universo que retrata en pantalla, sin descuidar un ápice su pulso, su tempo y la mirada autoral de su trabajo. Una película que en su campo, destaca a la altura de cualquier de las otras tres nominadas. Una dura competición entre los cuatro directores nominados, en la que Grupo 7, por estar más lejana en el tiempo y haber contado con menos repercusión mediática, entre otras cosas no parece ser muy favorita, pero desde luego Rodríguez puede sentirse bien orgulloso del material que ha firmado y por el que, sin duda, podría ser premiado la noche del domingo. |
J.A. Bayona por Lo imposible |
Samuel Pérez Cinco años ha tardado el director de El orfanato en poder hacer realidad su segundo largometraje, Lo imposible, melodrama que narra la historia real de una familia destrozada por los efectos del tsunami que asoló el sureste asiático en el 2004. El público español se ha rendido a los pies de Bayona superando los 6 millones de entradas vendidas y convirtiéndola en la cinta más taquillera del año. Y no es para menos porque la puesta en escena del director catalán está medida al milímetro apoyándose en una producción impecable. Saca oro puro del talento de Watts, Holland y McGregor y nos ofrece algunas de las imágenes más impactantes que ha dado el cine español en los últimos años. En ocasiones abusa del subrayado dramático, pero se trata de uno de sus sellos como cineasta y el público parece refrendarlo. No parte como favorito para revalidar el Goya que ya consiguió como director novel por El orfanato pero, aunque se trate de uno de nuestros directores más comerciales, bien merecería recompensa todo su titánico esfuerzo. |
Ganará: Pablo Berger por Blancanieves
Debería ganar: J.A. Bayona por Lo imposible