Concluimos el repaso por las nominaciones a los Goya en la candidatura reina. Cuatro títulos tan dispares como sugestivos se enfrentan por el Goya: la íntima y afrancesada El artista y la modelo, la inspirada y preciosista Blancanieves torera, el thriller sevillano pre Expo 92 Grupo 7 y la dantesca y muy internacional Lo imposible. Son también las películas que acumulan mayor número de nominaciones este año por lo que, aunque la cinta de Pablo Berger parece llevar ventaja, las espadas están en alto.
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El artista y la modelo |
María Pérez El artista y la modelo pasa por ser la película más personal de Fernando Trueba. Lejos de la comedia y el optimismo juvenil de Too Much o Belle epoque, esta mirada nostálgica y parsimoniosa al mundo de la creación artística se centra en un anciano escultor que recupera esa joie de vivre contemplativa más relacionada con la naturaleza de las cosas y de la inspiración creativa de Renoir que con el enredo y la alta comedia de Billy Wilder, sobre todo desde el punto de vista estético. Es una película de transcurrir calmo y degustación lenta, una especie de manifestación y declaración de intenciones del autor, que no testamento, admiradora y tributaria, que da un paso más respecto de La bella mentirosa de Rivette o Life Lessons de Scorsese en la descripción de la relación del artista con su modelo, en la que el primero se convierte en tutor y guía de la segunda en una vida diferente para los dos. Una película mucho más honesta que la favorita de la categoría y una gozada para los sentidos. |
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Blancanieves |
Pablo López Después de ocho años de preparación y elaboración, por fin vio la luz el ansiado proyecto que Pablo Berger llevaba acariciando tanto tiempo: su inspiradora versión de la Blancanieves de los hermanos Grimm adaptada al mundo folclórico-taurino de los años veinte españoles supone un melodrama gótico desaforado que toma elementos continuistas con el cine de la época que refleja. Una Blancanieves huérfana de madre, despojada de la presencia de su padre y que se cría con su abuela para, por azares del destino, acabar siendo torera, como lo fue su padre. Un pequeño gran cuento que supone una de las película más valientes, originales y atípicas del cine español reciente. Delicada, preciosista y elaborada al detalle, la cinta parte como la gran favorita entre las nominadas, por número de nominaciones, por reconocimientos anteriores y por el respaldo de la crítica. Parece que mucho tiene que torcerse el camino de estos premios para que el domingo no termine siendo la gran noche de Blancanieves, de Pablo Berger. |
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Grupo 7 |
Samuel Pérez A diferencia de los Oscar, los Goya sí suelen valorar bastante a menudo el género policiaco, ya sea para hablar del crudo presente, como la ganadora de la última edición, No habrá paz para los malvados, como del pasado reciente en el caso de la película que nos ocupa, Grupo 7, enmarcada en aquellos tumultuosos años que precedieron a la Expo 92 en la capital andaluza. Con un reparto sumamente equilibrado y tremendamente acertado que reúne rostros consagrados con caras nuevas y una puesta en escena de Alberto Rodriguez llena de fuerza y de verdad, la única pega que podemos encontrarle es una ligera pérdida de rumbo en la recta final, como si, tras un excelente planteamiento y desarrollo, Cobos y Rodríguez no supieran muy bien cómo rematar la historia. Pero aun no siendo perfecta, se trata de la cinta española más honesta y una de las más entretenidas del año. Y probablemente la mejor. Pero, al igual que hace siete años con 7 vírgenes, parece que la competencia este año es demasiado fuerte para ganar. |
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Lo imposible |
Fernando de Luis-Orueta El concepto del cine made in Spain de Telecinco Cinema (frente al cine español o, más aún, la españolada) llega con Lo imposible a su máxima expresión: no sólo es una película rodada con la vista puesta en la exportación (en inglés y con estrellas de Hollywood) sino que se puede medir en espectacularidad y factura con cintas mucho más caras realizadas por la gran industria anglosajona sin palidecer. Pero Lo imposible no es sólo un espectáculo. La historia de una familia separada por el brutal tsunami que asoló el sudeste asiático se convierte en una epopeya íntima y magna, un melodrama de hechuras clásicas y técnica contemporánea. J.A. Bayona aborda el drama a pecho descubierto, dejando que las emociones -el terror, la agonía, la pérdida, la angustia, la compasión, la felicidad…- sean el auténtico tsunami para el espectador. El resultado de conjunto es una película buscadamente excesiva, rara avis en el cine nacional. Pocas veces la industria española tiene la ocasión de sentirse orgullosa de una cinta de estas características. Es una lástima que todo apunte a que los académicos van a prefir una película con etiqueta de española al imponente made in Spain de Lo imposible. |