El cine francés domina ampliamente esta categoría destina a premiar lo mejor de la producción europea que llega a las pantallas españolas. De ahí que echemos de menos una mayor variedad en la denominación de origen de las seleccionadas, muestra del fuerte ascendente que la cultura francesa tiene sobre la inteleculidad española. De óxido y hueso, de Jacques Audiard; Intocable, de Olivier Nakache y Eric Toledano; y la ganadora de la Concha de Oro en San Sebastián, En la casa, de François Ozon se enfrentan por el Goya entre ellas y con la británica Shame, de Steve McQueen.
{youtube width=»600″ height=»369″ img=»goyatlon/2012/europea1.jpg»}f5mNNILF_gw{/youtube}
De óxido y hueso |
Roberto Bra La Academia ya nominó en 2010 a Jacques Audiard a este premio por el drama carcelario Un profeta, y dos años después el director galo consigue con De óxido y hueso su segunda nominación a los Premios Goya. Audiard dirige con pasión un tierno drama romántico, protagonizado por Marion Cotillard y Matthias Schoenaerts, sobre la fuerza del amor y la capacidad de este para romper cualquier barrera. Sin embargo, en ocasiones la cinta, y el empeño del director en darle un exceso de sentimentalismo, se vuelve demasiado pretenciosa. Además de esto en su contra juega el gran nivel que hay este año en la categoría, donde compite con otras dos películas francesas de un nivel altísimo, En la casa e Intocable, y con la película británica Shame. Todo esto coloca a Jacques Audiard lejos de una estatuilla que, salvo sorpresa de última hora, verá como se le escapa otra vez de entre las manos. |
{youtube width=»600″ height=»369″ img=»goyatlon/2012/europea2.jpg»}lnDyu-6B5ks{/youtube}
En la casa |
María Pérez La relación profesor frustrado-alumno brillante ha sido tratada en el cine hasta la saciedad (sin ir más lejos, aunque más secundariamente, en una de las películas más bellas de esta temporada, Las ventajas de ser un marginado, con la que tiene varios puntos en común). En este caso, la creatividad de ese alumno que no termina de encajar en su clase (como extrapolación de la sociedad) es utilizada por el profesor de literatura interpretado por Fabrice Lucchini para vivir una vida paralela, la vida de otros, como una vía de escape de su rutina y de su frustración, y su voracidad le hace exigir cada vez más a un alumno que no ve límites (ni cree que existan) en el juego que el profesor le propone. Con todo esto la película se convierte en un juego de vidas, una matrioshka de realidades, para los personajes y también para el espectador, que ni siquiera al final sabe lo que es producto de la imaginación del alumno y lo que sucede en realidad en su vida y en la de las personas-personajes que intervienen en ella. Quizá una de las bazas más importantes de la película a la hora de conseguir el premio es que está basada en una obra del dramaturgo Juan Mayorga, El chico de la fila de atrás, pero podría llevárselo perfectamente por derecho propio. |
{youtube width=»600″ height=»369″ img=»goyatlon/2012/europea3.jpg»}Mg2JD7HQr8g{/youtube}
Intocable |
Rubén Miguélez La pareja de directores Olivier Nakache y Eric Toledano firmaron el pasado 2011 la que se ha convertido en la película de habla no inglesa más taquillera de la historia, siendo con diferencia el título más aplaudido por el público de entre los cuatro contendientes y que sumó un total de nueve nominaciones a los premios César, aunque solamente se hizo con el de mejor actor. La historia protagonizada por un aristócrata que se queda tetrapléjico tras un accidente y su ex convicto y carismático cuidador, interpretados por unos François Cluzet y Omar Sy en estado de gracia, tiene su mayor baza en la humanidad y cercanía que desprende, así como en su intención de convertirse en un canto a la vida y de acercarse a un tema muy peliagudo de una forma más cómica que estrictamente dramática, apuntando hacia la vena más sensible de cualquiera que se deje llevar por el buen hacer de la cinta. Por repercusión y notoriedad, el premio sería suyo, sin embargo, también es cierto que estamos ante una película con un calado menos profundo del que pueden presumir algunas de sus competidoras, que ejercen un viaje narrativo mucho más complejo del que podemos encontrar en Intocable y que bien podrían arrebatarle la victoria. |
{youtube width=»600″ height=»369″ img=»goyatlon/2012/europea4.jpg»}KIgQdNYc9Qo{/youtube}
Shame |
Samuel Pérez La única representante del cuarteto que no está rodada en francés comenzó su andadura en la carrera de premios cuando se proyectó hace más de un año en el Festival de Venecia, proporcionándole a su protagonista, Michael Fassbender, la Copa Volpi al mejor actor. Adorada por la crítica, finalmente no consiguió ninguna nominación a los Oscar, tan sólo una a los Globos de Oro y dos a los BAFTA y en los EFA ganó dos premios técnicos: montaje y fotografía. El segundo largo de Steve McQueen, centrado en un adicto al sexo, es un film arduo y no apto para todos los paladares. Pesimista, parsimonioso y, para muchos, totalmente absorbente gracias a la labor de sus dos protagonistas: Fassbender y una sorprendente Carey Mulligan. Es, seguramente, la que mayor calidad tiene de las cuatro, pero quizá su aspereza pueda jugar en su contra en una categoría en la que recientemente se ha premiado a cintas más amables y más afines con los Oscar. |
Debería ganar: Shame