La competición por el Emmy al mejor guión está entre las veteranas, porque las dos novedades (Episodes y Louie) son claramente inferiores a sus rivales. Junto a The Office (que lleva ya siete temporadas) y 30 Rock (cinco), Modern Family quiere volver a llevarse la estatuilla que el año pasado obtuvo por su piloto. No va mal encaminada, desde luego.
David Crane y Jeffrey Klarik por ‘Episode 7’ de Episodes
David Crane ya ha formado pareja con los implicados en Episodes. A Matt LeBlanc, el protagonista, le conoció en su gran creación, Friends y para él creó el spin off titulado como su personaje, Joey (el cual, por cierto, aún aparece como guiño en esta nueva serie). Con Jeffrey Klarik escribió su anterior trabajo, The Class y vuelve ahora con Episodes, una sitcom plaga de guiños autorreferenciales sobre un par de guionistas ingleses que se trasladan a Hollywood para escribir la versión estadounidense de la comedia que con tanto éxito han desarrollado en Reino Unido. Episodes hereda algunas cosas del espíritu británico (como, por ejemplo, hacer una temporada de 7 episodios), pero no su sentido del humor. Este season finale por el que compiten por el Emmy es un perfecto ejemplo de la serie: simpática, pero insuficientemente divertida. Ni fu ni fa.
Louis C.K. por ‘Poker/Divorce’ de Louie
La stand-up comedy es un género no apto para todos los paladares con una delicada premisa: el espectador tiene que sentir empatía con el comediante porque, en caso contrario, aquel tipo detrás del micrófono no será otra cosa que un monigote que se las da de listo tratando desesperadamente de levantar alguna sonrisa. Este cronista no puede evitar tener esa imagen de Louis C.K., un monologuista neoyorquino emperrado en resultar ocurrente en cada secuencia. Su gran idea ha sido mezclar escenas dramatizadas con grabaciones de sus monólogos, pero resulta que ya lo había hecho Seinfield hace 20 años. El esfuerzo creativo lo completa con un intento de ser políticamente incorrecto a base de diálogos de trazo más grueso de lo acostumbrado en la televisión estadounidense. En el capítulo ‘Poker/Divorce’ busca esa comicidad irreverente con un clásico: chistes sobre homosexuales. No nos gusta, pero no importa: tendrá segunda temporada.
Steve Levitan y Jeffrey Richman por ‘Caught in the Act’ de Modern Family
No debe ser fácil la decisión de con qué capítulos de Modern Family concurrir al premio al mejor guión. En verdad, muchos de los episodios merecerían aparecer entre los nominados, pero los votantes han optado en mayoría por este ‘Caught in the Act’, en el que los hijos de Phil y Claire pillan a sus padres en la cama. Lo más interesante del capítulo -más allá de la propia situación, un clásico de los comentarios entre adolescentes- es que cada personaje queda maravillosamente retratado: desde los padres con sus dispares visiones sobre la educación, los hijos que sufren los garrafales errores de sus padres y prefieren ignorar sus torpes muestras de cariño, el abuelo con su cierto aire de superioridad que se gana con el paso de los años y su nueva mujer, varias décadas menor que él empeñada en ser aceptada por su nueva familia. La única pega que se e puede sacar a los autores de Modern Family es que empiezan a ser conscientes de que son hilarantes y pueden perder algo de naturalidad.
Greg Daniels por ‘Good-Bye Michael’ de The Office
¿Cómo no iba a competir por el Emmy el capítulo más importante de la historia (estadounidense) de The Office? La marcha de Steve Carrell de la serie después de siete temporadas tenía que ser un momento especial y vaya si ‘Good-Bye Michael’ lo logra. La acción se sitúa en la víspera de su partida, con Carrell despidiéndose de sus compañeros de trabajo uno por uno. Bueno, según pasan las horas y ve que no le da tiempo, también hay despedidas de dos en dos. ¿Por qué tanta premura? Porque ese penúltimo día es, en realidad, el final. La necesidad de protegerse del adiós y, al tiempo, el impulso de decir adiós combinan con una delicadeza sorprendentes.
Matt Hubbard por ‘Reaganing’ de Rockefeller Plaza
La fórmula de 30 Rock es infalible, pero después de cinco temporadas ha dejado de sorprender. Desde luego, la comicidad de Tina Fey y su alter ego permanece intacta y su relación con Jack Donaghy/Alec Baldwin crece cada día. Pero al mismo tiempo las situaciones pueden en ocasiones resultar forzadas -como, por ejemplo, en el mismo arranque del capítulo propuesto, ‘Reaganing’- y algunos personajes se han quedado estancados. Aún así, los diálogos son impecables, con una chispa que es la marca de la casa y pequeños saltos a la incorrección que le dan la vida. Liz Lemmon confesando sus problemas sexuales a Jack en una limusina, a medio caballo entre confesionario y diván, es antológica. El resto de las bromas del episodio, en cambio, tienen algo de rutinario.
Ganará: Modern Family
Debería ganar: The Office