20120728 Emmy Cumberbatch

Emmy 2012: Mejor actor en miniserie

Empate a tres entre EEUU y Reino Unido en esta categoría. A primera vista parece que no hay duda de que el gato al agua se lo llevará el Nuevo Mundo, sobre todo por Kevin Costner, el que más alto llegó dentro del firmamento hollywoodiense de los seis, y al que seguramente gran parte de la audiencia televisiva echa de menos ver en la pantalla. Aunque muchas encuestas ponen por encima de Costner a Woody Harrelson, y por encima de este, por increíble que parezca, a Clive Owen, no se debe perder de vista al auge de Benedict Cumberbatch, que está cogiendo peso propio en EEUU con numerosos proyectos importantes en cartera.

Kevin Costner por Hatfields & McCoys

20120728 Emmy Costner
Como principal impulsor y productor del proyecto, Kevin Costner se reservó también el papel protagonista, un Devil Anse Hatfield que domina la miniserie por encima de todos los demás, un protagonismo favorecido por un guión en el que su personaje está descrito con más matices y profundidad que el resto (incluido el de Randall McCoy), y por tanto con más posibilidades de lucimiento. Y sí, Kevin Costner se luce. Acercándose con su estoicismo al arquetípico héroe silencioso de las películas del Oeste, su Devil Anse resulta carismático y sabio, pero también contradictorio, despiadado, calculador e interesado. Y a pesar de su apodo y de que sus manos han causado más muertes que las de ningún otro y su voluntad ha impulsado a otros a causar muchas más, a medida que avanza la historia se erige también como héroe trágico, como el único consciente de la inutilidad del enfrentamiento, torturado por tanta sangre derramada –gran parte de ella de su propio linaje , pero también de que es incapaz de ponerle freno.

Benedict Cumberbatch por Sherlock

20120728 Emmy Cumberbatch

Aparte de tener un nombre de esos que una vez que te aprendes es difícil de quitar de la cabeza, y una voz que intuyes capaz de llevarte al orgasmo sólo con susurrarte al oído, Benedict Cumberbatch es el mejor Sherlock Holmes que se podría concebir. Su presencia es tan potente que es difícil apartar los ojos de él. Pero es que además Cumberbatch es un maravilloso actor, con lo que se remata la cuadratura del círculo. Su dominio del cuerpo es tal que alterna actividad frenética y quietud casi catatónica con total naturalidad, y parece que está en movimiento incluso en estos momentos, como exudando el incesable e incansable trabajo dentro del cerebro del épico detective. Y su dominio de la voz no se queda atrás: una explosiva perorata analítica en la que hila observaciones y conclusiones es una exquisita mezcla de precisión académica, ingenio, encanto, placer sensual e inevitable presunción. Qué más da que sea un misántropo y un inútil para el resto de aspectos que no sean trabajo. Para mí, combina lo mejor de la escuela británica de interpretación con una modernidad sin las cuales esta actualización de Sherlock no habría sido nunca posible, y por ello se merece tantos Emmys como temporadas tenga la serie.

Idris Elba por Luther

20120728 Emmy Elba

En su tercera nominación consecutiva en los grandes premios por el personaje que da título a esta serie de la BBC (dos Emmys y un Globo de Oro, que, ojo, ganó), poco podemos añadir a lo que hemos dicho ya sobre este fantástico actor británico de presencia imponente y maneras sofisticadas. Tras interpretar a Stringer Bell en The Wire, uno de esos secundarios magnéticos difíciles de olvidar, Luther le proporcionó esa oportunidad de oro de interpretar a un policía carismático que él, desde luego, no ha desaprovechado. Como digno heredero de Sherlock Holmes, Luther es un detective inteligente, egocéntrico y presuntuoso, que entabla una curiosa relación con sus compañeros de trabajo y cuyas habilidades sociales no son ni de lejos las de un relaciones públicas. A esto se añade una característica que ciertamente se estaba echando de menos en las ficciones policiales de los últimos tiempos, en las que los protagonistas no tienen dobleces ni cuya bondad se cuestiona hasta el punto en el que se hace aquí. Elba impulsa que Luther se mueva permanentemente al borde del abismo, y lo hace como un tigre enjaulado, como un animal a punto de lanzarte un zarpazo a la mínima afrenta. En su busca y captura de los monstruos que pueblan las calles de Londres, retratada como un abismo anónimo y sin alma, siempre se halla a un paso de convertirse en un monstruo él mismo, y su constante y peligroso flirteo con la maldad hacen de Su Satánica Majestad uno de los personajes más atractivos de la televisión actual.

Woody Harrelson por Game Change

20120728 Emmy Harrelson
En esta dramatización de la meteórica carrera de Sarah Palin hacia la primera plana de la política estadounidense, Woody Harrelson es el encargado de dar vida a Steven Schmidt, relaciones públicas y miembro importante de la campaña presidencial de John McCain en 2008, y a quien le corresponde el cuestionable mérito de apostar por la gobernadora de Alaska como segunda de McCain para más tarde darse cuenta de que ésta no tenía ni mucho menos los conocimientos ni las habilidades necesarias para hacerlo. Y Woody Harrelson, que probablemente sea un buen actor lastrado por los excesos canallescos y gamberros derivados de Asesinos natos, aparece más contenido y adecuado que nunca como Schmidt, el listo del grupo, ese tecnócrata fundamentalista decidido y sin escrúpulos para el que la política no se trata de ideología sino de la apropiada manipulación de los medios que en el último momento se da cuenta de su terrible error.

Clive Owen por Hemingway & Gellhorn

20120728 Emmy Owen
Dura tarea para el actor inglés la de incorporar a un icono de las letras estadounidenses como Ernest Hemingway, cuya figura, en épocas y modas sucesivas, se devalua y revaloriza con la misma virulencia. Como sucede en todos los biopics, es difícil dotar de humanidad a un personaje así, y sólo por aceptar el reto Owen merece reconocimiento. Y aunque su personaje no evoluciona en el telefilme tanto como el de Nicole Kidman (la reportera Martha Gellhorn, y amante del escritor), lo hace suficientemente interesante: todos tenemos esa idea de Hemingway como fanfarrón arrogante, que se pavonea de su superioridad moral e intelectual y actúa como un matón con los demás, pero Owen de vez en cuando (aunque no tanto como se desearía) ofrece indicios de los demonios internos a los que se enfrentaba y que eran los que manejaban su vida y actos. No ayuda la caracterización, más cercana a Groucho Marx cuando sonríe con el puro en la boca que a la imagen que tenemos del autor de El viejo y el mar, y aunque se echa de menos más profundidad e indagación en los demonios mencionados, sí acierta en el vigor y el aire jaranero y juerguista, y en esa cualidad de convertirse en el centro del universo de un personaje que ciertamente era «bigger than life».

Bill Paxton por Hatfields & McCoys

20120728 Emmy Paxton
El otro nominado por esta miniserie sobre la rivalidad entre dos familias en los años posteriores a la Guerra de Secesión, Bill Paxton como Randall McCoy, da cuerpo a un personaje mucho más estólido y calcificado que su archienemigo. Un poco a imagen y semejanza del patriarca Bill Henrickson de Big Love, Paxton recrea a un hombre que está tan obsesionado con la oración que se ha olvidado de Dios. Está tan concentrado en la pureza de su alma que no se da cuenta de que su corazón se ha convertido en piedra, y que sería capaz de matar a toda su familia argumentando que lo hizo para salvar su espíritu. No obstante, Paxton añade tanto dolor y desesperación que suple la ausencia de minuciosidad en la escritura de su personaje sobre el papel que lo levanta trágicamente por encima del resto.

Ganará: Kevin Costner por Hatfields y McCoys
Debería ganar: Benedict Cumberbatch por Sherlock