Cuatro ganadoras del Oscar y una joven actriz reiteradamente nominada. Con ese punto de partida, cabría pensar que Amy Adams es la favorita a llevarse el premio este año, pero lo cierto es que parece que esta vez tampoco podrá ser. Cate Blanchett ha dominado todos los grandes galardones de esta carrera y sería muy extraño que no se alzara también con el de la Academia de Hollywood.
Amy Adams por La gran estafa americana
De todas las actrices nominadas, Amy Adams es la única que no ha conseguido nunca un Oscar. En La gran estafa americana Adams interpreta a Sydney Prosser, una ex-stripper de México que cambia su identidad haciéndose pasar por una adinerada mujer británica para en realidad convertirse en una estafadora profesional. Esta es la 5ª nominación para Amy Adamas y la primera que recibe en la categoría de Mejor actriz protagonista (en las otras 4 nominaciones estuvo nominada en Mejor actriz de reparto), Adams ha tenido que ver como su magnífico trabajo en The Master se quedaba sin premio el año pasado y este año la dura competencia en la categoría parece que volver a jugarle una mala pasada. La actriz ha conseguido este año su primer Globo de Oro a mejor actriz de comedia, sin embargo, en esa categoría, la maravillosa Amy Adams no competía con la todopoderosa Cate Blanchett. La estatuilla en esta categoría está dada desde hace tiempo, por lo que Amy Adams tendrá que esperar para recoger su primer Oscar. Un premio que solo es cuestión de tiempo que suba a recoger. Roberto Bra
Cate Blanchett por Blue Jasmine
La más que posible ganadora como mejor actriz protagonista en la noche del domingo es la australiana Cate Blanchett, que ya se hizo con la estatuilla a la mejor actriz secundaria en 2005 por interpretar a Katharine Hepburn en El aviador y ha tenido otras tres nominaciones. Su encarnación de Jasmine en Blue Jasmine de Woody Allen es de esas que dejan huella, mucho más que la película en sí, quizá por el tono amargo, descreído y misántropo que rezuma toda ella. Porque es una película muy triste y también lo es Jasmine, esa esnob neoyorquina que se precipita en la desgracia en todos los sentidos y que intenta salir adelante en una ciudad diferente con compañías diferentes, pero que es incapaz de soltar su verdadero lastre, que es esa superioridad adquirida que le impide relacionarse con normalidad con los demás. La Blanchett no sólo le da cuerpo, si no que se transfigura en esa Jasmine en su camino hacia la locura, una transformación que vemos en su cara, gracias a unos despiadados primeros planos, en sus andares y en su voz, sin alardes ni escenas de lucimiento actoral. Esperemos que los últimos acontecimientos en la vida de Allen no afecten sus posibilidades, porque este trabajo es de los que merecen ser recompensados y recordados. María Pérez
Sandra Bullock por Gravity
La inclusión de Sandra Bullock en este majestuoso proyecto firmado por Alfonso Cuarón parecía, desde el primer momento, una decisión puramente comercial. Bullock es una de las actrices norteamericanas a las que más ha respaldado el poder de la taquilla, pero que ha abrazado siempre largometrajes que se caracterizan por la comedia física y, en ocasiones, rematadamente fácil. Por este motivo, precisamente, Bullock consiguió hacerse con este mismo Oscar hace cuatro años, gracias a Un sueño posible. La Academia no pudo resistirse al caramelo de premiar a una actriz cómica que encuentra su primer triunfo gracias a un papel dramático. Lo que no sabían los votantes es que Bullock firmaría años más tarde uno de los papeles femeninos más portentosos de la historia del cine de aventuras. En Gravity, la doctora Ryan Stone es una mujer debilitada por la vida, una persona que difícilmente sería capaz de abrazarse a la vida y encontrar las agallas de superar el reto que se le presenta en la cinta de Cuarón. Bullock consigue dar vida a esta mujer que parece esconderse dentro de su escafandra y, a medida que avanza la película, también lo hace el recital de su actriz protagonista, convirtiendo a esta mujer débil en toda una heroína. Su respiración ahogada, su voz y su trabajo físico son partes sin las que la experiencia de Gravity no hubiera sido posible para el espectador, al que la doctora Stone llega hasta lo más profundo de sus entrañas. Si su primer Oscar no estuviera todavía tan presente, Sandra Bullock sería la dueña y señora de la categoría. Rubén Miguélez
Meryl Streep por Agosto
Hace dos años que sabíamos que Meryl Streep estaría nominada a este Oscar por esta película. La ocasión del descomunal texto de Tracy Letts es oro puro para una actriz como Meryl Streep, con quien se han usado ya todos los calificativos del diccionario. Es, se puede decir con rotundidad, una de las mejores actrices de la Historia, entre otras muchas cosas porque durante más de cuarenta años de carrera profesional siempre ha sabido mantener un perfecto equilibrio entre la contención y la exhibición de su inmenso talento. La decrépita -y no sólo en el sentido físico- Violet Weston de Agosto es un triunfo inapelable. A lo largo del metraje de la cinta Streep va dando a conocer capa a capa todas las miserias de esta mujer aterrorizada ante la muerte, pero incapaz de abrazar la vida. Streep nos asoma al páramo existencial de un ser mínimo que se cree máximo. La única razón para que este no sea su cuarto Oscar es porque no puede ganar todos los años. Fernando de Luis-Orueta
Judi Dench por Philomena
Probablemente estemos ante el último papel de Judi Dench ante las cámaras. Ella misma anunció hace tiempo su retirada y, lo sea o no, nadie puede negar el impresionante trabajo de construcción de personaje que esta dama del imperio británico ha realizado en la última y sutilmente impactante película de Stephen Frears. Philomena, la anciana mujer que corre tras la pista de su hijo robado 50 años después de que le sea arrebatado de sus brazos es un personaje contenido, repleto de aristas, de detalles y con un mentalidad compleja, incapaz de abordarse de forma superficial o despreocupada y que ha supuesto para la actriz un acercamiento a muchas formas de actuar, de pensar y de hablar que requieren un trabajo titánico. En su contra juega que es un papel discreto, poco lucido y más contenido que otros de la misma categoría, así como que su compañera de categoría ha copado la gran mayoría de premios de la carrera, pero el incontestable talento y la majestuosa presencia de Dench en pantalla son unas bazas con las que muy pocos actores cuentan. Ganar sería una sorpresa, sí, pero también un precioso homenaje. Pablo López
Ganará: Cate Blanchett por Blue Jasmine
Debería ganar: Cate Blanchett por Blue Jasmine