‘Ex-Husbands’, hombres al borde de un ataque de nervios

'Ex-Husbands'
Divertida y empática
Noah Pritzker reivindica a los hombres sensibles y emocionalmente evolucionados en esta divertida tragicomedia neoyorquina.
3.6

Volver a ver en pantalla a Griffin Dune y Rosanna Arquette casi 40 años después de ¡Jo, qué noche! de Martin Scorsese es suficiente motivo para acercarse a este drama neoyorquino sobre hombres en crisis, pero Noah Pritzker además insufla a la película de suficiente ternura y amor como para que merezca la pena pasar un poco más de hora y media con Peter Pearce y sus hijos Nick y Mickey.

Peter Pearce (Griffin Dune) es un dentista en pleno proceso de divorcio y con su padre (el veterano actor y director Richard Benjamin) en una residencia y con la memoria totalmente perdida. Su hijo Nick (James Norton) va a celebrar su despedida de soltero en México y su otro hijo Mickey (Miles Heizer) acaba de salir del armario. Una casualidad (o no tanta) hace que los tres coincidan en Tulum, en la Riviera Maya mexicana, el padre para descansar unos días y los dos hermanos para celebrar con unos amigos la despedida de soltero del mayor, un viaje que tendrá mucha más importancia que lo que ellos piensan.

Rodada de una manera ligera y clásica, con algún flashback que cuenta sucintamente algún detalle importante de las vidas de los protagonistas, con una fotografía que no hace sino trabajar la imagen que tenemos del paraíso mexicano de las vacaciones para convertirlo en algo mucho más terrenal y convencional, y algún primer plano inteligente y bien colocado en la cinta, la principal baza de Ex-Husbands es el sentido del humor, irónico y ácido, que no pierde en ningún momento, hasta en los emocionalmente más duros, acompañado de un cariño y una empatía hacia los personajes (hacia todos ellos) y que sirve también de alivio del tono melancólico que sin duda la recorre. El conjunto de personajes, tanto de principales como de secundarios, es agradable y simpático -desde el amigo patán, el cliente de Peter que se ha convertido en empresario inmobiliario de lujo hasta la elegante madrina de una boda hacia la que Peter se siente atraído-, y funciona muy bien. Y la inteligente elección de los protagonistas, sobre todo del carismático Griffin Dune y del potente James Norton, rema todo el metraje a favor. No hay nada que no esté en su sitio.

Aunque el título hace recordar a la obra maestra de John Cassavetes Maridos (1970), la propuesta de Pritzker es mucho menos áspera y viril que la de Cassavetes, y sus hombres están mucho más evolucionados emocionalmente (sobre todo el hermano pequeño Mickey). Así que mucho menos Resacón en Las Vegas y más Ex-Husbands, por favor.