‘Kalak’, una película de encaje difícil

'Kalak'
Ininteresante
Isabella Eklöff escoge un tema con mucho potencial que queda en nada por una narración y un protagonista muy poco carismáticos
2.3

La directora danesa Isabella Eklöf ha llegado a la Sección Oficial del Festival Internacional de Cine de San Sebastián con su segunda película bajo el brazo, cinco años después de su debut con Holiday y de firmar el guion de Border junto a John Ajvide Lindqvist y el propio director Ali Abbasi. Kalak es una película cruda, algo deslavazada y de difícil digestión que, a pesar del interés de la propuesta, pierde fuerza por la inanidad del protagonista y lo expositivo de la narración.

Un enfermero danés, cuyo padre abusó de él de pequeño y que vive en Groenlandia con su familia y sus dos hijos, siente una fuerte curiosidad por la comunidad indígena del país. Una curiosidad que le lleva al punto de intentar integrarse con ellos y, tras un intento infructuoso en la capital Nuuk, se traslada a un pueblo pequeño donde la relación con los nativos es más intensa. Mientras, su padre, viejo y enfermo de cáncer, reclama su atención, algo que él intenta eludir pero que le sumerge en una deriva que le separa de su familia.

Con un marcado tono naturalista que no evita escenas crudas desde la secuencia de inicio, Eklöf intenta ahondar en el trauma del protagonista, pero éste no es capaz de reclamar el interés suficiente y ella tampoco es capaz de darle un empuje mayor con la narración, tanto que la película se deja llevar por la deriva del personaje. y a pesar de que tiene algunos secundarios que podrían haber aportado mucho más. Una oportunidad perdida de relacionar el trauma tremendo con la búsqueda de un lugar, de una pertenencia, que no parezca una visita guiada por la comunidad indígena y sus costumbres, y que sin duda deja sensación de frío. Para cuando hacia el tramo final la película cobra algo de brío, las motivaciones del personaje y su falta completa de carisma ya han provocado que el espectador haya claudicado.