Womb

Eva Green borda su papel en ‘Womb’

WombEntrando ya en la recta final de la 44ª edición del Festival de Sitges, la Sección Oficial nos ha dejado muy pocas películas para el recuerdo y sí bastantes que se quedan el terreno de lo olvidable. Lo más destacable ha sido Womb, sugerente cinta protagonizada por una gran Eva Green que, con ecos de Birth, habla del tema de la clonación.

Womb es una coproducción entre Francia, Alemania y Hungría dirigida por Benedek Fliegauf en la que Rebecca (Eva Green), tras perder a su novio en un accidente de tráfico, decide usar los avances tecnológicos para dar a luz a su clon y así devolverle la vida. El problema surge cuando el niño crece y ella empieza a sentir emociones encontradas. Con un tono necesariamente pausado para contar la historia, el tema, a pesar de lo escabroso, es tratado con delicadeza y buen gusto. Y la actriz sorprende dándolo todo en una interpretación que podría caer en lo inverosímil pero nunca lo hace. Uno de los títulos más notables que nos ha dado la Sección Oficial.

Más floja ha resultado Livide, fallida segunda película de los directores franceses de A l’interieur, cuatro años después de su debut en Sitges. A pesar de una atmósfera lograda, no consigue decidirse a contar una historia de fantasmas o de vampiros y queda como un ejercicio confuso. Carré blanc es otra coproducción europea y resulta más interesante en su presentación de un futuro distópico controlado por multinacionales deshumanizadas. Tiene ideas interesantes, pero la historia de amor que contiene se antoja algo coja con respecto al conjunto.

Kill list se prometía como uno de los platos fuertes del festival, pero la cinta inglesa protagonizada por un ex soldado reconvertido en asesino a sueldo se pierde en el último tramo al querer abarcar demasiado con una trama de sectas ocultistas que poco viene a cuento. Una película que sí ha parecido gustar en Sitges ha sido lo último de Kevin Smith, Red State, su primer acercamiento al cine de género que deviene en otra fallida cinta sobre fanatismos religiosos y terrorismo de estado. La idea no es mala, pero el guión es repetitivo y no se interesa por hacer empáticos a sus personajes. El giro final puede arrancar alguna sonrisa pero no levanta el conjunto, ni aunque aparezcan unos correctos John Goodman y Melissa Leo. Y Michael Parks tiene el papel más goloso pero termina resultando cargante. Kevin Smith no sabe dosificar el tempo y alarga muchas secuencias en detrimento del producto final.

The womanY acabando con la Sección Oficial, otro título que sí ha gustado ha sido The Woman, del director Lucky McKee, que ya ganó mejor guión y mejor actriz (Anegal Bettis) con May hace 9 años aquí en Sitges. Su última película es un alegato demasiado obvio contra la misoginia y la violencia de género, con un par de secuencias impactantes y una lograda interpretación de Sean Bridgers como el odioso padre protagonista. Pero la selección musical convierte gran parte del metraje en un videoclip y las intenciones quedan algo diluídas. El film tiene cosas apreciables, pero podría haber dado mucho más de sí.

Y para terminar, fuera de concurso en la Sección Panorama pudimos ver la divertida Extraterrestre, de Nacho Vigalondo, con un enorme Julián Villagrán, lo mejor de una cinta sencilla y simpática, pero olvidable. Y la mejor película de estos últimos dos días fue la indonesa The Raid, otra descarga pura de adrenalina centrada en un grupo especial de policía que asalta un edificio de Yakarta lleno de delincuentes peligrosos. Las escenas de luchas y tiroteos están rodadas de forma espectacular por el inglés de nacimiento Gareth Evans, que nos regala 100 minutos de acción pura y dura. Una delicia.