José Coronado aterroriza la sección oficial de Málaga

La sección oficial del Festival de Málaga comienza su discurrir entre semana con dos diferentes propuestas que contraponen la utilización de los recursos formales y estilísticos del cine en favor, y en contra del proyecto. Una cinta pretendidamente crítica con la situación de los inmigrantes llegados a España con ilusiones futbolísticas y un escalofriante retrato de una familia disfuncional en clave de thriller psicológico con el premiado José Coronado.

Diamantes negros, la primera cinta de la mañana, retrata de la mejor forma que puede las injusticias que sufren los jóvenes africanos que llegan a España de forma ilegal de la mano de supuestos cazatalentos del mundo del fútbol. El proyecto, de por si a priori interesante y reivindicativo, cae en convencionalismos y condescendencia para con la causa, utilizando recursos de subrayado que no necesita para acabar con una desoladora moraleja.

Este ejercicio de pretendida crítica que mira a los problemas desde la comodidad del primer mundo es todo impostura hasta el punto de contar entre sus ‘guest stars’ con Willy Toledo y Carlos Bardem, abanderados de la causa africana y dejando de lado la cuestión referente a los clubes de fútbol que propician la situación que retrata la película para centrarse en las miserias del pobre aspirante a estrella del fútbol, con la consiguiente falta de denuncia y crítica.

Por su parte, Hijo de Caín, adaptación al cine del best seller Querido Caín, de Ignacio García-Valiño es un contundente thriller psicológico que, a pesar de su construcción y estructura al aire cumple con creces su función de implicar al espectador en los problemas comunicativos de una familia disfuncional. La discreta previsibilidad de su guión no empaña la sólida construcción de personajes, las tensas situaciones y la talentosa realización que, en resumen, arman una película que juega con el espectador y genera desasosiego con un uso más que eficiente de los parámetros del thriller.

Entre su reparto, un José Coronado premiado anoche por su carrera y que con este papel podría aspirar a la Biznaga de interpretación masculina con la terrorífica encarnación de este padre de familia, así como su compañera de reparto Maria Molins, madre sufridora desconcertada ante la realidad familiar que no termina de querer asumir. En definitiva, una película que funciona y que aspira a conseguir presencia en el palmarés de este edición del Festival, para lo que cuenta con varias bazas.