Parece que, por ahora, las sorpresas de este Festival llegan de otras secciones. El pasado sábado se presentaba en la sección Málaga Premiere, creada hace un par de años para dar cabida a estrenos de películas de factura nacional que no habían encontrado su lugar en la sección oficial pero merecían un trato similar, la película Sicarivs, la noche y el silencio, un thriller de asesino a sueldo con Víctor Clavijo como cabeza de cartel y un nutrido reparto de intérpretes a las órdenes de Javier Muñoz con un sorprendente resultado.
En este país tenemos la malsana costumbre de infravalorarnos los unos a los otros de base, quizá para liberarnos de la posibilidad (durante muchos años experimentada), de que los ensayos produzcan errores. El cine de género siempre ha sido una asignatura que se le atraganta a la industria, pero de un tiempo a esta parte ha demostrado que, con oficio, se pueden conseguir productos a la altura en muchos ámbitos que no han sido el fuerte de la cinematografía española. Sicarivs es el perfecto ejemplo de la traslación del cine de asesino a sueldo, tan popular en la cultura anglosajona, a una España que se formula como el perfecto caldo de cultivo para el experimento.
Si le perdonamos al trabajo de Javier Muñoz que cuente con un detonante menos contundente y firme de lo que una historia así requiere, el resto de la película es un gozoso ejercicio de luces y sombras, un entretenido homenaje al cine negro clásico salpicado de retranca netamente española que retrata un podrido universo suburbano en el que todos los estratos pillan reprimenda en un ambiente con ecos de realidad. Victor Clavijo es un sicario que recibe el encargo de asesinar a una mujer por primera vez. Un encargo que termina por no realizar, lo que le obliga a investigar la identidad de quienes le han contratado para acabar con ellos, o, de lo contrario, acabará muerto.
Todo en Sicarivs puede resultar a priori, pretendidamente artificioso y lejano, pero una vez que el espectador se imbuye de la narración, la complicidad con el protagonista (acuciada por su propia voz en off que acompaña al metraje) y el reflejo de las miserias en pantalla hacen de la película un notable ejercicio de estilo . La película llegará a los cines el próximo 15 de Mayo.