Cantet se asoma a las polémicas de Twitter con ‘Arthur Rambo’

'Arthur Rambo'
Más interesante que buena
Laurent Cantet propone hurgar detrás de las polémicas en redes sociales pero no logra profundizar en su análisis
2.5
Epidérmica

Laurent Cantet aprieta pero no ahoga. En su nueva película, Arthur Rambo, aborda un tema tan actual como es la crisis de reputación por viejas publicaciones en redes sociales. La premisa la enriquece con la elección de un protagonista árabe, que gracias a su talento ha logrado subirse al ascensor y alcanzar el éxito y la fama como escritor con su primera novela. En esas páginas que parecen haber fascinado al país narra la historia de su propia madre y, con ella, tantos otros se ven representados.

Pero hete aquí que en la misma noche en la que alcanza el zenit en una gloriosa fiesta con las luces de París a sus pies, empiezan a surgir una colección de tuits incendiarios, firmados por su alter ego, en los que ataca a judíos, homosexuales, víctimas del terrorismo y un largo etcétera de colectivos sensibles.

Arthur Rambo está inspirada en un caso real ocurrido hace unos años en Francia pero bien podría estar basada en tantos otros que venimos conociendo más de cerca en los últimos tiempos. Por ello, bien por el tino en la elección de una cuestión del hoy, sin miedo a la posible caducidad de la película, seguramente seducido por la curiosidad ante la polémica.

Sin embargo, Cantet, que nos tiene acostumbrados a taladrar más y mejor en sus relatos, apenas logra pasar de lo expositivo. Se toma demasiado tiempo en mostrarnos las mieles del éxito y dedica demasiados pasajes a mostrarnos las reacciones de su entorno, todas ellas similares y con pocos matices.

Sólo en la parte final, cuando el protagonista ha regresado junto a su familia, el relato profundiza un poco más y encuentra algún resquicio para traspasar lo más evidente. Todo en la película está bien, pero deja la sensación de oportunidad desaprovechada.