Con el anuncio esta tarde de los premios de la National Board of Review se abre la catarata de galardones que terminará dentro de dos meses y medio estampándose contra los Oscar. Es el momento de abrocharse los cinturones porque vienen curvas. Pero también de echar un vistazo al trazado y repasar las normas básicas de la circulación.
Lo primero, por su inminencia, hay que recordar que los premios de la National Board of Review tienen muy poco prestigio. Los más educados califican a los integrantes de este grupo de canaperos. Vamos, que les acusan de votar a la película cuyo estudio da los mejores cócteles. Aún así, su capacidad de influencia es altísima porque son los primeros galardones del año que otorga una sociedad de críticos. Las estadísticas apuntan a que tienen un gusto parecido al de la Academia y que en muy pocos casos las películas que no han aparecido en su lista de las diez mejores del año han logrado jugar un buen papel en los Oscar. Claro que eligiendo diez lo tienen bastante fácil.
Tras estos premios enseguida vienen los demás que otorgan los críticos. Lo importante para no perder la cabeza y echar las campanas al velo antes de tiempo es recordar que su influencia directa en la carrera por los Oscar es relativa. Primero porque los miembros de la Academia son profesionales del cine y no todos tienen en buena estima las opiniones de la prensa. Y segundo lugar, porque su anuncio está muy lejos en el tiempo de las votaciones para los Oscar. Más que apuntar favoritos, estos galardones más bien pueden poner en la carrera a películas que no lo estaban. Así ocurrió, por ejemplo, el año pasado con United 93 que terminó por luchar por el Oscar al mejor director.
Además, hay que tener en cuenta que los críticos se inclinan por premiar películas, digamos, de autor. Por lo que en estas dos semanas lo que vamos a oír son los nombres de los hermanos Coen, P.T. Anderson, Todd Haynes, Sean Penn, etcétera. Previsiblemente, cintas como Sweeney Todd y Expiación van a jugar un papel menos destacado en estos galardones.
Otra cosa son los Globos de Oro. Aunque también son premios de la prensa, la Hollywood Foreign Press Association siempre ha estado perfectamente integrada en los mecanismos de la industria del cine por lo que su fallo se percibe de otra forma. Es aquí donde las películas que aspiran a ser las grandes del año tienen que dar la campanada. Con el actual calendario de premios en el que los Oscar se entregan en febrero, lo importante no es ganar en los Globos (para cuando se entreguen, las urnas de las nominaciones de la Academia estarán recién cerradas) sino presentarse como favoritas. Así, al revés que en los premios de la crítica, Sweeney Todd y Expiación tienen que dar la nota. Lo mejor es que no compiten entre ellas al haber categorías para drama y musical por separado. Es en estos galardones donde cintas más modestas como Juno y Cometas en el cielo tienen la ocasión para afianzarse. Tomando de nuevo el ejemplo del año pasado, ésto es en lo que fracasó El velo pintado, un melodrama que tenía las hechuras de los Oscars pero que no logró encontrar su hueco.
El tercer paso son los premios de las asociaciones profesionales. Éstos sí que son la antesala de los Oscar, como reza el tópico de los Globos de Oro. Hay que tener en cuenta que los galardones de los gremios los votan las mismas personas que votan los Oscar, más sus compañeros de profesión que no son miembros de la Academia. Por ello, posiblemente tienen un perfil más joven pero su similitud con los Oscar es altísima. Como regla general, podemos calcular que su semejanza en las nominaciones ronda el 80%.
Otra cosa es cuánto se parecen en la identidad del ganador. Algunas pistas: la ganadora del Oscar a la mejor película suele coincidir con la película que haya ganado el premio al mejor reparto en los Screen Actors Guild Awards. Suele. Por ejemplo, el año pasado la ganadora fue Pequeña Miss Sunshine; pero hace dos predijeron la victoria de Crash. Esto se explica porque los actores son la profesión más numerosa en la Academia. El premio al mejor director del sindicato de realizadores y de los Oscar también tiene un alto índice de coincidencias.
Con estos parámetros es más fácil seguir este tramo final y definitivo de la carrera por los Ocar. Pero lo más importante es tratar de mantener la cabeza fría, no echar las campanas al vuelo y distinguir entre los premios importantes de la pléyade de galardones que nos azota cada año. En TÍO OSCAR ese esfuerzo se traduce en incluir sólo los eventos que entendemos que tienen relevancia. Feliz viaje.