Juno, al contrario que Pequeña Miss Sunshine el año pasado, ha logrado colar a su realizador en el quinteto de director. No es habitual que películas de este tipo (comedias independientes) logren colocar a su director entre los mejores del año. Juno lo ha conseguido, cosa que no lograron Jonathan Dayton y Valerie Faris el año pasado.
La Academia parece deber en los últimos años el reconocimiento a ese otro tipo de cine que no está bendecido por los grandes estudios. Entre copas no logró imponerse a maestros como Eastwood y Scorsese y Pequeña Miss Sunshine se quedó a punto de ganar el Oscar pero los Infiltrados de Scorsese lo impidieron en foto-finish.
¿Tal vez sea ahora el momento de Juno?. Para empezar hay que decir que si quiere ganar el Oscar a la mejor película tiene que conseguir previamente un buen botín. Parece que no le supondrá problema ganar el de mejor guión original (estatuilla que últimamente parece destinada a este tipo de películas) y nosotros creemos que muchas de las opciones de Juno en los Oscar pasan por la categoría de mejor actriz. Si Ellen Page logra batir a Julie Christie (la canadiense es la única opción real que hay de desbancar a la veterana actriz) todo parecería indicar que la película de Jason Reitman podría ir lanzada hacia el definitivo Oscar de mejor película.
No hay que olvidar que las teóricas favoritas, No es país para viejos y Pozos de ambición, tienen un perfil de votante muy parecido y por ello estos dos peliculones podrían eclipsarse entre si y favorecer a una tercera que bien podría ser Juno debido al importante respaldo que ha recibido en las nominaciones y por esa especie de deuda pendiente.
Para lograrlo, eso si, necesita ganar los Oscar de mejor actriz y mejor guión original, estatuillas que se convierten en fundamentales para llevar a cabo el gran asalto. Un asalto que supondría el triunfo incontestable del cine independiente en clave de comedia en una efemérides tan señalada, la del 80º aniversario de los Oscar.